ɢēʍʊ ռօ ʊʀa ✖ҡaʀʍa aҡaɮaռɛ x ʟɛċtօʀa✖

✖¢αρíтυłø 11✖

Al ver la escena te sorprendiste muchísimo, tus ojos se cristalizaron ante tan cruel escenario, sentiste una mano en tu hombro y miraste a la rubia que se miraba tranquila.

—...____ vámonos rápido. —Dijo Nakamura cabizbaja, ya su ponía quien había hecho tal atrocidad.

solo asentiste con los ojos cristalizados ante tal escena.

[...]

Ambas se encontraban en una cafetería, mirabas a Rio, analizándola, ¿cómo podía estar tranquila?, era como si ella ya supiera lo que iba a pasar.

Diste un sorbo a tu bebida, tratando de olvidar ese terrible momento, después se escuchaste el sonido de la campanilla, anunciando un nuevo cliente, ambas voltearon hacia la puerta, en donde estaba el pelirrojo, sollozando un poco y acompañado por Nagisa, quien trataba de tranquilizarlo.

La rubia chasqueó un poco la lengua, supusiste que era porque aún no superaba el rechazo del pelirrojo, escuchaste pasos, quizá los chicos se dirigían a buscar una mesa.

—Nakamura, _______, hola.—Murmuró Nagisa un poco nervioso, parecía un poco asustado, tal vez también miró aquella escena.—¿Podemos sentarnos? ya no hay mesas disponibles.

—C-Claro.—Contestó Nakamura desviando la mirada un poco nerviosa, al oír su respuesta los chicos se sentaron junto a ellas.

El pelirrojo aún seguía sollozando, preocupándote un poco y haciendo suspirar a la rubia, ya que sabía que estaba actuando.

—¿A-Akabane? ¿Por qué lloras?.—Preguntaste mientras le observaba con preocupación, a lo que Nagisa miró al pelirrojo angustiado.

—Lo que...ocurrió en la escuela.—Murmuró mientras cubría su cara y sonreía en sus adentros, le encantaba lo ingenua que podías llegar a ser en ocasiones.

—Y-Ya veo, eso fue...muy horrible.—Comentaste bajando la mirada al recordar lo sucedido.

[...]

Aquel grupo de jóvenes salió de la cafetería mientras miraban hacia el piso, nadie decía nada, sólo caminaron hasta que se iban separando a lo largo del camino para ir a sus casas, finalmente quedaron solamente tu y Rio.

El ambiente era bastante incómodo, ninguna decía nada, sólo caminaban hacia sus casas en aquel atardecer, el cual disfrutarías si no hubiera ocurrido aquel asesinato.

En tu mente formulabas demasiadas preguntas, miraste a tu amiga, la cual caminaba tranquilamente, y entonces lo notaste, esa mirada de dolor en su rostro, ¿que le ocurría?, ¿Acaso ella sabía sobre aquel asesinato?

Abriste la boca para decirle todo lo que te estaba atormentando, pero antes de que pudieras hablar ella te interrumpió.

—Llegué a mi casa  ______, nos vemos mañana.—Dijo mientras besaba tu mejilla y entraba a su casa.

Suspiraste, se suponía que hoy se quedaría en tu casa, se notaba que la rubia escondía algo y sin duda tendrías que descubrirlo.

Continuará....