Testamento
¿Qué es el amor, alguna vez se lo han preguntado? ¿es verdad que ayuda a superarlo todo? ¿que saca a relucir el mejor lado de las personas? ¿que es para siempre?
Aquellas preguntas atormentaban mi cabeza todo el tiempo, pues mientras crecía el único ejemplo de amor que tuve fueron mis padres, y ellos no tenían la mejor relación, por no decir algo peor. Nuestro día a día como familia se había convertido en un patrón repetitivo. Era algo así como gritos, más gritos, aparentar felicidad frente a los demás, susurros, amenazas y por último ignorarnos. El resto del día mis padres se la pasaban trabajando... hasta que la temida hora de la cena llegaba. Ahí era donde todos los trapos sucios de la familia Kelly salían a relucir; como por ejemplo la adicción a las drogas de mi hermano y como nadie hacía nada al respecto, o los muchos amantes que mis padres se acusaban de temer.
Yo por otro lado era muy cuidadosa al tratar de ocultar mis propios problemas, pues según mis padres, ya tenían suficiente con las adicciones de mi hermano y no necesitaban otro adolescente rebelde. No es que debieran preocuparse por aquello. Yo jamás podría ser así. Lo mío era sacar buenas notas, intentar pasar desapercibida en la escuela y ver series en la computadora los fines de semana.
Lo sé, lo sé. Vivía la vida loca.
Aunque algunos creían que no era normal que una adolescente de diecisiete años se comportara tan bien, yo estaba conforme con ello pues mi actitud recatada era la que me ayudaba a mantener en secreto mis problemas. Nadie en mi familia sabía sobre mis ataques de pánico, o el abuso que sufría por parte de algunos chicos en la escuela, o mi total falta de vida social. Quizás lo mejor hubiera sido contarselo a alguien, pero no quería hacerlo. Mi familia tenía suficiente drama sin mí. No pensaba contribuir en aquel desastre.
—Debemos hacer algo con él, Margaret. Nos arruinará si continúa actuando de esta forma. —espetó mi padre.
—Bueno, querido, quizás si su padre le hubiera prestado más atención a él y no a las piernas de su secretaria, nos estaríamos ahorrando todo esto —Mi madre sonreía de manera dulce, pero no había nada cariñoso en su mirada.
Dios. Ya lo veía venir. La pelea inminente estaba a punto de dar inicio, por lo que era mejor escapar.
—He terminado de cenar. —anuncié a pesar de que no había probado casi nada de mi plato—. Subiré a mi habitación a terminar los deberes.
—Adelante, querida. Descansa. —Mi madre sonreía tensamente.
Devolví la sonrisa de forma forzada y corrí escaleras arriba después de despedirme de mi padre. Mientras pasaba frente a la puerta de mi hermano una tristeza enorme se apoderó de mí pues quería ayudarle, sin embargo no tenía idea de cómo hacerlo. El ser inútil era otro de mis problemas.
Cuando por fin estuve dentro de la seguridad de mi habitación solté un gran suspiro y caminé hasta mi cama, acostandome en ella y cerrando los ojos por un momento. Esperé hasta que los gritos se hicieran presentes y exactamente veinte segundos después, la voz de mi madre fue la primera en alzarse. Sin querer escuchar lo que decían, me moví hasta quedar recostada contra el cabezal de la cama y tomé mi computador y audífonos para terminar el trabajo de Ciencias políticas que debía entregar al día siguiente. Subí el volumen de la música y por los próximos cuarenta minutos me dediqué a terminar el trabajo, tarareando cada canción que se reproducía.
Cuando terminé, me quité los audífonos y estiré los brazos, los cuales se habían acalambrado después de casi una hora en la misma posición. Puse el computador a un lado y miré a mi alrededor, buscando la manera de entretenerme un rato. Justo entonces la canción Satisfaction de The Rolling Stones comenzó a sonar por el altavoz de mi móvil. Reconocí el tono al instante, por lo que sonreí mientras contestaba la llamada de mi mejor amiga.
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El mejor de mis males
Teen FictionSi pudiera definir mi vida en una palabra, esa sería: «desastre». Nada a mi alrededor es fácil y todo se complica más cuando él regresa. ¿Por qué está de vuelta? ¿es que a caso no he recibido suficientes burlas de su parte? ¿su vida en Nueva York er...