Prologo

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Narracion: Autor

Si uno intentase definir a Yuuri Katsuki usaría una simple palabra. ¨Raro¨, si, como leen. Toda la vida tuvo que lidiar con que su familia lo intentase convertir en algo que no era. Y eso era en una chica, Yuuri desde el momento que tuvo razón supo que había algo mal con él.

Quizás fue el encontrarse rechazado por las chicas, por que los niños no confiaran en que el pudiera hacer lo mismo que ellos.

Tal vez fue aquella primera discusión donde su madre le grito:

¨Ya compórtate como una señorita, pareces un marimacho.¨

No estaba seguro, pero sabia una simple cosa... El era un chico pero decirlo daba tanto miedo que lo guardo soportando realizar el sueño de sus padre y ser ¨su princesa¨.

Con sus 14 años descubrió el termino ¨Transgenero¨, aquella palabras más que alegrarlo le hicieron tener miedo.

Vivía en Japón, donde algo simple como ser homosexual se intentaba ocultar de cualquier forma posible.

Por esta razón, Yuuri se sentía solo en el mundo. Aun más cuando decidio enfrentarse a sus padres y hablar claramente con ellos como el hombre que era a sus 17 años, hacia poco cumplidos, el caso fue que una bofetada de su padre y el llanto de su madre lo hicieron irse de aquella casa.

Salio sin un plan, siendo menor de edad pero supo arreglarselas aunque no hania sido facíl. Se quedo donde una amiga durante mucho tiempo, su hermana mayor lo ayudo durante un tiempo a pesar de no haber tomado el tema bien al igual que sus padres... Pero, ¿Quien era Mary para detener a su hermano cuando tiene esa mirada en sus ojos?

Ahora, con 19 años y cruzando el tratamiento de hormonas. Conocío a quien creyo era el amor de su vida... Pero aquel chico al descubrir su pequeño "problemilla de nacimiento" lo abandono.
Allí estaba el Yuuri del que hablaremos... Tirado en la cama, con el ataque de ansiedad que lucha por controlar y una vida que intenta vivir a pesar de encontrarse en el cuerpo equivicado.

Ciudad de San Peterburgos

"El hombre perfecto"

Así llamaban a Viktor Nikiforov al menos 10 veces al día, ¿Y como no lo sería?

Buen físico, personalidad encantadora, empresario exitoso, de una buena familia y con una hermosa prometida.

Pero la verdad es que... Viktor no era para nada perfecto, cada día se convencía de seguir con el engaño como si nada.

"Me gustan las mujeres"

Se decía cada mañana frente al espejo del baño, sabia que debía convencerse a si mismo de aquello o terminaría gritando de horror. Odia tener que vivir aquella sucia mentira, sabia que debía complacer a sus padres y fingir o estaría en grave problemas si es que alguien descubría que era homosexual.

-Viktor, cariño... Se te hace tarde-Dijo Mila Babicheva, su prometida, la mujer a quien había estado engañando hacía 2 años haciéndola creer que era el amor de su vida y haciéndola pensar que por romanticismo quería que su primera relación sexual fuese al casarse.

Claro, la verdad es que la sola idea de tener que tocar a esa chica le asqueaba, no le atraían para nada los cuerpos femeninos. Y ante cualquier pregunta, si, ya había estado con hombres ya que aunque fuera algo muy oculto y difícil de encontrar... Había homosexuales, había lugares donde se reunían y podía pasarla bien aunque había tenido que dejar todo aquello cuando sus padres empezaron a presionarlo a sus 23 años con casarse y darles descendencia.

Y ahora, con los 27 años que poseída se encontraba en lo más oscuro de su vida. Se despidió de Mila y de la unica alma que lo amaba tal cual era, su perro Makkachin. Aquel peludo ser había estado a su lado, deseando solo que su amo pudiera ser verdaderamente feliz y que Mila se fuera del departamento... Si, makkachin odiaba a la pelirroja.

Del otro lado de la ciudad de San Peterbugos


Yuri Plisetky dormía tranquilamente al lado de su pareja, Otabek Altín. Un joven que el creyó alguna vez que era todo lo contrario a él, quizás cuando se conocieron tuvieron sus diferencias...

Ambos se habían jurado odio pero eso se volvió en un extraño amor, que los llevo a huir cuando las familias de ambos se enteraron y decidieron escapar. La idea había sido de Yuri, o Yurio como lo llamaban algunos de sus amigos, quien al discutir con su abuelo simplemente tomo un poco de ropa y salio sin rumbo. Una o quizás dos horas después le escribió a Otabek quien simplemente siguió el plan, nada pensado, de su novio.

Recorrieron la carretera unos días, ahora se encontraban en un hotel que estaba lejos de ser hasta de 3 tres estrellas... Pero, era eso o dormir fuera y luego de que casi les robaran, lo cual no sucedió gracias a que ambos sabían como pelear, decidieron que era mejor ese hotel que nada.

Claro, ahora todo parecía ir por buen rumbo o por lo menos eso pensaba el bello rubio durmiente.

Pero Otabek, quien se encontraba contando el dinero que tenían, pensaba algo completamente diferente. Apenas tenían para sobrevivir una semana, eso sin contar que Yuri comía demasiado a pesar de su hermosa figura... A veces se preguntaba donde ponía todo lo que tragaba el chico.

Nego varias veces, se estaba distrayendo un poco. El caso es que debía de conseguir un trabajo, era el mayor y sabía que Yuri debía seguir estudiando. Aunque tendrían que esperar hasta el próximo año, pero daba igual... El no importaba, su familia le había dado la espalda por completo en el momento en que supieron que era homosexual y nunca había sido bueno en los estudios. Por ahora, su prioridad era que el rubio recibiera la educación que merecía mientras el se encargaba del resto.

Y allí estaba esos dos, dos niños que se enterarían que el mundo no era nada fácil. Sobre todo, Yuri. Quien a pesar de perder a sus padres, su abuelo nunca dejo que nada le faltase pero ahora se daría cuenta de todo eso.

Por que, todos sabemos que es fácil decir que eres adulto pero todo cambia cuando intentas ser lo.

Buscando un ¨Felices por siempre¨Where stories live. Discover now