𝙇𝙤𝙗𝙤𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙧𝙞𝙢𝙖𝙙𝙤𝙨 [𝙚𝙙𝙞𝙩𝙖𝙙𝙖]

VII

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CAPÍTULO 6
ARREPENTIMIENTOS
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1° PLAYIST
Umbrella
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"Cuándo Hay dolor, ya nada es reparable"

JARED NO SALÍA DE CASA Durante las últimas semanas alertando a los miembros de la manada y a Sam . No sabían sobre el comportamiento de este , Ni siquiera hablaba con su mejor amigo Paul Lahote . Este intentó ir a su casa para tratar de ver su estado y poder ayudarlo.

Pero no fue todo muy bien ya que no le contestaba y ni si quiera le miraba a la cara, estaba tumbado sobre su cama mirando a la pared de su izquierda ignorando a su amigo.

—¿Jared que coño te pasa tío? Ni si quiera das rastros de vida y nos preocupa eso ¿sabes? Pareces que actúas como un niño de cinco años...

No hubo respuesta de este, tan solo silencio.

—¿Me puedes al menos mirar a la cara cuando te estoy hablando por favor?

Seguía habiendo silencio, ni si quiera se molestó en moverse. Paul se estresaba por su comportamiento, jamás estuvo así.

—Mira no es mi problema si no me quieres contestar , pero Almenos trata de madurar y  déjate de idioteces.

Jared bufó ante las palabras de su "amigo"

—Si me vas a echar en cara las cosas mas te vale irte Paul...

—Eso es lo haré porque paso de intentar algo que no va a llegar a ningún lado...

Ambos de miraron por último vez antes de que este saliera por la puerta de la casa de los Cameron.

Jared estaba consumido desde el día que vio a su mejor amigo con su impronta, ya no era el mismo.

Sam decidió intervenir en el consejo para dar con una solución decente, pero aún no había respuestas ni soluciones que pudieran arreglar la situación del Lobo .

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Kendall yacía sobre la cama del cuarto de Paul,  este le contó lo sucedido tratando de desahogarse con ella, jamás le contestó así su mejor amigo, Jared Cameron.

—Paul...Creo que lo mejor será que vaya a hablar con él, no es normal esto , todo esto es causado por mi culpa, tengo que solucionarlo me mata veros así...—Respondió cansada—Será mejor que me vaya.

—Kenn...—Respondió—Mejor quédate, hay que dejarle espacio, está agobiado.

El chico le agarró de la cintura atrayéndola hacía el, necesitaba  apoyo. Pero ella se sentía culpable, Kendall se zafó del agarre con mala gana dejándole sorprendido y salió corriendo hacia la casa de Cameron.

Del cielo caía pequeñas gotas de aguas convirtiéndose en una llovizna fría, le faltaba varias millas para llegar a su destino y no se derrotaría tan fácilmente.