Habían pasado dos meses desde que despertó en su departamento sobre su caliente y tranquila cama sin creer mucho lo que había ocurrido, mientras que a Minho lo encontró durmiendo y roncando como león desparramado en su sofá, en la posición exacta para una excelente fotografía para burlarse de él para el próximo año completo ¿o mejor un video donde se escuchen sus ronquidos que despertaban hasta al vecino? Pero no pudo encontrar su celular por ninguna parte. Rayos, tendría que comprar un nuevo móvil.
Mientras estaba en la cocina preparando un delicioso chocolate caliente para ambos recordó todo lo que había pasado en la dichosa montaña, pero seguramente solo fue un sueño muy largo y loco. Lo más probable es que ni siquiera hayan salido de su departamento para ir a ese maldito lugar. Mientras más lo pensaba más se daba cuenta de lo estúpido que había sido todo como para creer que había sido realidad.
Al regresar a la sala no pudo evitar sentarse sobre la espalda de Minho para molestarlo mientras encendía la pantalla frente a él buscando algún buen programa que ver a la vez que escuchaba los quejidos de un pelinegro durmiendo y sintiendo como se removía intentando tumbarlo sin lograrlo. Sin embargo, tras voltear a mirar a su mejor amigo se percató de un regalo debajo de su árbol de navidad.
Ahora mismo, varios días después se encontraba alistándose para ir a la universidad porque sí, a pesar de ser un gran empresario y tener más dinero del que puede realmente contar aun estudiaba su carrera de música era algo que amaba y no iba a dejar solo porque ya tenía la vida resuelta, eso no sería una vida lo suficientemente provechosa a su parecer. Al llegar a la escuela dejo el coche estacionado y camino a la entrada tarareando la canción que se había quedado en su cabeza tras escucharla durante todo el trayecto.
Sin prestar nada de atención observo como los demás alumnos corrían deprisa a la entrada del estacionamiento, justo por el lugar del que él provenida, yendo caminando hacia el lado contrario en el que iba toda la muchedumbre. Le restó importancia, después de todo sabía que muy probablemente alguno de los chicos famosos de la universidad llego detrás de él e iban a ver su nuevo look ya que cada nuevo semestre escolar lo cambiaban.
―Onew hyung ―llamó a su amigo quien se encontraba en la puerta respondiendo al saludo con una mano y su típica enorme sonrisa dibujada en sus labios causando que sus ojos se hicieran más pequeños de lo normal.
―¿Qué tal tus vacaciones, Jjong? ―cuestiono una vez que estuvieron uno al lado del otro para encaminarse a sus respectivos casilleros y luego seguir a los salones de clases pues el mayor iba dos semestres por encima de él en la misma carrera así que ya solo le restaba un año para graduarse.
―Aburridas como siempre ―fue su simple respuesta encogiéndose de hombros sin dejar de caminar hasta llegar a sus casilleros para quitar los candados luego de poner las claves respectivas.
Metieron varias de sus pertenencias incluyendo la mochila y varios libros dejando en sus brazos solo la carpeta con lo que necesitaban para la primera clase, con sus bolígrafos y el libro correspondiente, pero algo llamo la atención de Jonghyun que termino volteando hacía su costado izquierdo donde caminaba notoriamente un grupo de personas, el mismo que había salido corriendo cuando él iba entrando pero lo que llamo su atención fue una mata blanca resaltando notoriamente entre todas las cabelleras que lo rodeaban, lo que lo hizo fruncir el ceño pues recordaba haberla visto antes.
―Al parecer ya llego el rey Key, ese chico es tan popular como cualquier idol con ese estilo tan propio de él, aunque tiene una actitud de intocable e inalcanzable que desespera a muchos, pero sus fans son más que fieles a él ―termino de hablar encogiéndose de hombros mientras cerraba la puerta del casillero solo para esperar a su amigo y marcharse a tomar sus clases.
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El secreto de la Navidad ↪ JongKey
Любовные романы🎄Especial de Navidad 🎄Autora: Bumaszil 🎄JongKey