Por siempre y para siempre

Capítulo 1: Por un robo

Jueves 20 de diciembre de 2018, Atlantic City, New Jersey, la actualidad.

El joven Dante se encuentra en su habitación leyendo libros de fantasía mientras se prepara para salir con sus amigos al centro de la ciudad. De camino al punto de encuentro en plena fría tarde transitando con mucho cuidado debido a la cantidad de peatones caminando por la calle en vísperas de días festivos, Dante choca con un extraño encapuchado que sin decir nada lo mira fijo a los ojos con una mirada peculiar y sonrisa tenebrosa. Sigue su camino y Dante confuso hace lo mismo.

Llegando al punto de encuentro saluda con un abrazo a sus amigos deteniéndose en pleno paso a decidir a donde van a ir. Durante el dialogo, uno de sus amigos saca su teléfono celular del bolsillo trasero para buscar ubicaciones en internet, sin tener oportunidad de usarlo un encapuchado pasa por su lado, tomando brusca y rápidamente el teléfono de su mano. –“¡Mi celu nuevo!” –. Dante sin pensárselo dos veces corre tras el misterioso ladrón, quien corre hacia una galería abandonada.

Rápidamente, Dante llega a la entrada de la galería para encontrarse con unas rejas oxidadas, severa y recientemente dañadas dobladas hacia el interior, las cuales él logra abrir sin problema alguno. Una vez dentro prende la linterna de su teléfono y diligentemente se pone en busca del encapuchado misterioso.

Adentrándose a lo profundo de la galería abandonada se detiene a observar el sitio solo para encontrarse con el encapuchado dando un salto sobre él sorprendiéndolo con una extraña daga y vociferando palabras extrañas que Dante no consigue comprender. A esto Dante responde confundido –“No comprendí nada de lo que dijiste, pero si no me devuelves el teléfono ahora mismo, ¡¡¡TE PARTIRÉ LA CARA EN DOS!!!”–. Sin dar señal de intimidación, el encapuchado avanza hacia él con la intención de usar su daga. Asustado, Dante pierde el equilibrio soltando su teléfono celular y dejándolo caer detrás de si perdiendo la clara visión del encapuchado, solo para observar al último revelar dos luces brillantes de color carmesí junto a una risa que le inspira terror. Con una espantosa y profunda voz trifonica, el misterioso ser le demanda –“Oh hijo de Æxys, ¡entrégame la Espada Alma! De lo contrario morirás experimentando un dolor más fuerte que el del calor abrazador de las LLAMAS DEL INFIERNO”–.
Instantáneamente, Dante toma su teléfono y corre sin mirar atrás hacia la salida. Sale disparado impulsado por el terror de lo que acaba de presenciar sin intención de voltear a ver a la oscura criatura, la que deja atrás a gran velocidad.

– “Ya llegué” – dice Dante al entrar en su hogar. Sube hacia su habitación. Se en cierra en ella, arrepintiéndose de sus inconscientes decisiones, esperando olvidar el terrorífico acontecimiento.