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Este es un two shot que está basado parcialmente en la historia de Frank Iero y Gerard Way de My Chemical Romance. ¿Por qué parcialmente? Porque hay hechos que nunca se confirmaron, que están en desorden cronológico o que simplemente inventé.

Ojalá a alguien le guste ♡













like ghosts in the snow



—Creo que sería buena idea integrarlo.

Hoseok estaba afinando su guitarra eléctrica cuando levanté la cabeza. Lo vi con una concentración tan voraz que pensé que había imaginado sus palabras, pero volvió a decirlas cuando sus dedos se movían de arriba hacia abajo y yo sudaba frío.

—Tae, te estoy diciendo que sería buena idea que entre a la banda. —Dijo un poco más fuerte y suspiré. Hoseok era un buen amigo, sabía aconsejar y siempre tenía un hombro listo para soportar mi llanto insaciable (también tengo que admitir que su especie de sexto sentido me delataba cuando sólo quería morir). Él era nuestro guitarrista principal (mi guitarrista principal) y era la cabeza más razonable dentro de nuestro grupo de apenas cuatro integrantes. Mi hermano Jimin era uno de ellos (aprendió a tocar el bajo en una noche para poder ayudarme) y el baterista era Bogum.

En ese momento estabamos grabando lo que sería nuestro primer álbum. Apenas llegabamos a tocar para once personas si estábamos de suerte y pasaba la mayoría del tiempo demasiado drogado como para recordar con lucidez algo de ese infierno que yo encontraba acogedor. Mi banda (algo que yo por fin podía llamar mío) se llamaba My Artistic Poison. Eramos nosotros cuatro contra el mundo, llenando nuestras bocas de palabras funestas y ahogando nuestros oídos en el sonido electrizante de las guitarras. A pesar de que nos creíamos los reyes del mundo, no lo éramos. Necesitábamos un guitarrista rítmico.

Jeon Jungkook apareció un día en la discográfica en la que habíamos firmado con una sonrisa de lado y una actitud que me llamó la atención de inmediato (aunque según mi hermano Jimin, no tenía nada de especial) y cambió mi vida al instante. Nos hicimos grandes amigos por allí en 2002 cuando estábamos preparando las últimas canciones para nuestro álbum "Bullets". Pronto los encuentros en los pasillos de la discográfica se transformaron en pequeñas salidas para tomar café, en sonrisas cuando terminaba los entrenamientos vocales o en miradas discretas pero divertidas.

Él tenía su propia banda, pero un día llegó a la disquera con un ojo morado y supe que se habían desintegrado. Inmediatamente Hoseok le propuso unirse a nosotros, pero después de todo la decisión era mía.

—Si, supongo que estaría bien.

Tenía el cabello demasiado grasoso. Jimin me miraba desde un costado de nuestro garage con los lentes cayendo por su perfilada nariz. Su habilidad era leer los ojos de las personas, encontrar palabras escondidas en los gestos o intentar simplemente meterse dentro de tus pensamientos más profundos. Siempre lo logró. Mientras afinaba su bajo para iniciar otro ensayo lo pude sentir examinarme, escrutarme. (Quizá él sabía todo lo que iba a pasar)

—Toma un poco de agua. ¿Te sigue doliendo la cabeza? —Me preguntó Hoseok dándome una pequeña botella y sólo pude asentir una vez. Tenía una horrible resaca por haber bebido en la soledad de mi cuarto hasta casi perder la conciencia. Era algo que siempre hacía, de igual forma.

Mi vida cambió el 11 de septiembre de 2001, cuando vi con mis propios ojos el atentado a las torres gemelas. Fui testigo de los cuerpos cayendo hacia los abismos y de los gritos y el polvo y... La muerte: En su máxima expresión, la más macabra y la más cruda. Desde ese momento no pude quitarme esas imágenes de mi mente. Me hicieron sentir que allí había personas que ya no tenían oportunidad y yo desperdiciaba la mía trabajando de algo que odiaba.

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2018 ⏰

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my chemical romance ☆ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora