Nik

Amor y amistad.

        Me agrada dibujar y escribir, creo que son dos cosas que mezcladas quedan perfectas, y cuando pude conseguirme una libreta que por el lado izquierdo era croquis y a la derecha tenía líneas tuve unas ganas enormes de registrar cualquier avance de mis imitaciones de la vida humana estándar. Por ello cuando observaba algún gesto recurrente en alguien, la dibujaba y en el costado escribía la interpretación de lo que transmitía, habían algunas que eran muy fáciles de reconocer, como la alegría, la pena o el miedo, pero existían otras mucho más complejas de identificar e imitar, como la melancolía, la incomodidad o la vanidad, muchas veces pueden sacarse en base a los gestos en el rostro, pero en otras hay que captar el entorno, osea basicamente el como reacciona la gente a aquel individuo, los tonos de voz, las miradas, todo en general, es un pasatiempo sumamente interesante.

        Nadie conocía mi verdadera forma de ser, pero un día las cosas se tornaron complejas, Luciana era una "amiga" de la infancia, solíamos jugar de pequeños a explorar, ella era sumamente tranquila y observadora así que combinaba perfectamente con mi indiferencia y curiosidad. En aquellos días yo tendría unos 13 años, decidimos salir a caminar por el río que quedaba cerca de nuestras casas, yo tenía la intención de reconocer el comportamiento de la gente en ese lugar, tenía la teoría de que se tornaban melancólicas.

Nik, ¿tú me quieres?- Preguntó ella sorpresivamente mientras avanzabamos por el pasto.

Claro Luciana, eres mi amiga. - Respondí. Sonaba coherente para mi, aunque ella era más perceptiva de lo que yo creía.

No lo creo, siento que soy como una herramienta.- Afirmó. Aquello me sacó de lugar, ¿Una herramienta? No lograba captar lo que intentaba decir.

No puedes ser una herramienta, no sacó provecho de ti, y no sigas hablando de eso que me haces sentir mal... - Traté de fingir estar molesto, pero lo hacía para evitar que sospechara de mí, aún tenía que hacer valer mi rol de actor.

Siento que quieres aparentar tener una amiga para que no te vean raro... Pero no sé si me quieres en serio...-

        Eso me normalizo un poco, ella simplemente dudaba de si la quería, clásicos problemas de las personas, creen que por que una persona no los quiere todo es terrible y sin sentido, supongo que la mentira de que otro le tiene un estima sumamente íntimo y profundo les hará sentir menos solos. Sin embargo, quería indagar un poco más en aquello de "para que no te vean raro", ¿será que se ha dado cuenta ligeramente de mi falta de sentimientos?

De repente ella se detuvo, y se posó frente a mi.

Nik. ¿Me quieres o no? - Me preguntó tajantemente.

Ya te he dicho que si. - Le volví a responder.

Entonces has alguna demostración de que me quieres. -

         Oh, eso era más complejo, mucho más complejo para mi. Me había tomado de improvisto, y no recordaba que se hacía en esas situaciones, de repente recordé una escena parecida de un capítulo de una serie juvenil que pasaban por televisión, pasaba exactamente lo mismo y casi en el mismo lugar. Entonces, para poder terminar rápido ese momento innecesario tomé a Luciana por la cintura y le dí un beso en los labios, jamás había dado un beso ahí, asumí que era exactamente igual que en la mejilla, sólo que en muestras de amistad se daban en la boca.

Tú igual me gustas Nik. - Comentó Luciana mientras la seguía teniendo abrazada.

¿Eh? ¿Gustar? ¿No se supone que gustar es distinto a cariño?

¿Gustar? - Pregunté, luego la solté. - ¿Cómo cuando a alguien le gusta el helado o los autos?- Pregunté confundido. Ella rió, cosa que me confundió aún más.

Jajaja, por un momento creí que me veías como una compañera para que no te sientas tan solo, me asustaste. -

        Ella se rió al principio, no entendía nada, me despedí y me fui corriendo a casa a averiguar que acababa de suceder. Tras buscar el significado de los besos en la boca y la palabra "gustar" me di cuenta de lo que acababa de hacer. Aún me faltaba mucho por saber.