Cap. 2 Deseo hecho realidad

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A la mañana siguiente mucho antes de que sonara la alarma, Naomi despertó con un pequeño rayo de luz que entraba desde la ventana hasta su rostro. Entre abría los ojos para despertar e ir a la escuela, pero algo estaba o más bien se sentía diferente. Primero se dio cuenta de que estaba abrazando algo, a lo que supuso que podría ser su almohada y luego sintió como si algo estuviera sobre ella, a lo que también supuso que se trataría de la cabeza de Bobby recargada sobre su cintura, pero, eso no podría ser, podía sentir que era algo más pesado. Movió su mano derecha para quitar la almohada. La textura de esta no era la misma, algo estaba diferente, se sentía como si fuera el brazo de alguien. Entre abrió los ojos, los cuales se acostumbraban a la luz que entraba por la ventana. Quitó la sabana para ver que había frente a ella. Abrió los ojos tan grande como platos, al darse cuenta de lo que estaba a su lado, era una persona, y no solo una persona, era un chico de cabello castaño, con el cabello un poco largo que apenas cubría sus orejas.

Alejó ambas manos de aquel chico. Se sentó mientras contenía la calma para no gritar y despertarlo. No entendía como alguien había podido entrar a su casa y terminar dormido junto con ella sin que Bobby se hubiera dado cuenta. En ese momento pensó en su perro quien la noche anterior se había acostado junto a ella. Volteó hacia su izquierda donde se suponía que estaba Bobby, pero en vez de ver a su perro, pudo observar a otro chico. Este se veía un poco más grande que el anterior, y tenía el cabello más oscuro y un poco más corto. El cuerpo de Naomi comenzaba a temblar por el pánico que estaba sintiendo, no había una manera lógica de explicar cómo habían terminado esos dos chicos en su cama. Pero, algo le resultaba aún más extraño, alzó levemente la sabana con la que los tres estaban cubiertos, al echar un vistazo, rápidamente bajó la sabana al notar que ambos estaban completamente desnudos.

Justo en ese momento no pudo evitar dar un fuerte grito, provocando que ambos despertaran asustados. El chico de su izquierda miraba hacia todos los lados de la habitación con los ojos bien abiertos, o al menos lo que le permitía el sueño que aun tenia, mientras que el otro se había caído de la cama y comenzó a tallarse los ojos – QUIENES SON USTEDES??? – era evidente que Naomi estaba alzando la voz. Ellos voltearon a verla y luego se vieron por varios segundos, contemplándose; sus rostros que parecían un poco soñolientos cambiaron a unos más sorprendidos, hasta que ambos abrieron grande los ojos por la sorpresa que estaban experimentando. Como si fueran espejos gritaron al mismo tiempo y del susto que se provocaron ambos, hizo que el otro chico terminara también por caerse de la cama – QUIENES SON USTEDES??? – volvió a preguntar en voz alta. Pero ninguno de ellos respondía – Y PORQUE ESTAN DESNUDOS?, COMO ENTRARON? Y… - guardó silencio al darse cuenta de que algo faltaba – D-donde están mis mascotas? – movía los ojos de un lado a otro en busca de Bobby y Mino, pero ninguno de ellos estaba a la vista.

Dirigió sus ojos a ambos chicos de manera aleatoria y al verlos un poco más fijamente notó que los dos llevaban los collares de sus mascotas – P-porque traen puesto eso? – señaló a quien estaba a su derecha y su vista solo trataba de fijarse en los rostro de ellos y en los collares que llevaban. Por otro lado los jóvenes estaban igual de sorprendidos que ella, puesto que tampoco sabían lo que estaba sucediendo. El chico que estaba a su izquierda comenzó a lamerse un puño para luego pasárselo por el cabello, bajando hasta su rostro, como si se estuviera limpiando. El otro simplemente tomó asiento.

Naomi no estaba entendiendo la situación, no importaba que idea se le ocurriera para tener una explicación razonable, ninguna le convencía. Se cubrió con la sabana hasta su nariz. Ninguno de ellos decía absolutamente nada, como si no pudieran hablar – Vamos!, quiero una explicación o llamare a la policía – pero no hubo palabras de ellos, en cambio, el chico de la izquierda estornudó y trato de cubrirse con la sabana, pero antes de que pudiera hacerlo, ella lo sacó de la cama de una patada – Que tramas?? – mientras ella estaba molesta y asustada, quien parecía más asustado era el, porque al ser tratado así comenzó a temblar, mirándola asustado – Bobby! – gritó, esperando que su perro entrara por la puerta, pero en su lugar, el joven del lado derecho solo se acercó a la orilla de la cama, recargando su barbilla. Ella simplemente lo miraba de manera extraña, pero algo en su acto le pareció familiar – Muy bien, será mejor que me lo digan ahora, ¿qué es lo que está pasando? – salió rápidamente de la cama de un solo salto. Se acercó a la puerta apresurada, suponiendo que la seguirían pero no fue así; ellos simplemente la observaban. Ambos estornudaron al mismo tiempo – T-tienen frio? – alzó una ceja, ladeando la cabeza. Ninguno parecía seguirla y lo único que parecían querer era cubrirse – No se muevan de aquí – ordenó. Salió de la habitación hasta la cocina pensando en que debería de hacer. Estuvo así por varios minutos y notó que nadie salía de su habitación, como si la orden que había dado la estuvieran cumpliendo. Sin más decidió no llamar a la policía, pero antes de regresar con ellos, fue hasta la habitación de su madre a tomar el bate que guardaba en el closet.

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