Castigo

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—No puedes seguir así Chang Kyun—la mirada de preocupación por parte de su amigo, era la misma que de seguro proyectaba él.

—Lo sé—suspiró con pesar—He estado estudiando por las noches pero...—se tiró del cabello mientras estrujaba el papel entre sus manos—Simplemente las matemáticas y yo no nos llevamos...—el chico a su lado le sonrió.

—Eres muy distraído—Chan le lanzó una mirada algo molesta pero no dijo nada, dado que era cierto. Cada dos por tres le pasaban las cosas más absurdas del mundo.

—Kihyun...—le llamó a su amigo y cuando iba a decirle algo más, el sonido de su celular interrumpió sus pensamientos.

—Hola mamá...—respondió el llamado de su madre. Por su rostro apareció aquella tierna y dulce sonrisa que mostraba cada que hablaba con su madre. Kihyun no pudo evitar perderse en aquella sonrisa ni en esa mirada llena de ternura que mostraba Chang Kyun.

— ¿Estás segura?—preguntó el chico. Su rostro mostraba una leve sorpresa.

—Está bien. Gracias mamá, estaré ahí en unos minutos—terminó la llamada y se giró para mirar a su amigo. Antes de que Kihyun pudiera preguntarle qué le sucedía, su amigo se le adelantó.

—Mamá me consiguió un tutor—su voz sonaba entre sorprendida y un poco nerviosa. ¿Qué clase de persona sería? No podía negar que estaba algo ansioso.

Chang Kyun intercambió un par de palabras más con su querido amigo para luego despedirse de él y que este le deseara buena suerte. La necesitaba. Su madre le había mencionado el nombre de quien sería ahora su tutor, y su mente evocó una leve imagen de aquel hombre. El hermano menor estudiaba en su misma institución y eran muy buenos amigos, a pesar de que estaban en distintas aulas. Jooheon le había comentado levemente quién era su hermano.

Al llegar a casa, su mamá preparó todo para recibir al invitado. Chan se puso algo cómodo y alistó todo en su habitación para que pudieran dar inicio las clases de tutoría. Los nervios lo atacaban. Estaba consciente de que su futuro tutor era considerado un genio.

Escuchó voces y pasos en la planta baja y supo que su nuevo tutor había llegado. Respiró profundamente y se dio ánimo a sí mismo. Con el llamado de su madre, salió de su habitación para dar la bienvenida al hombre que le impartiría clases privadas de ahora en adelante.

Bajó lentamente las escaleras y pudo divisar a un hombre alto, delgado, cabello negro y de espalda ancha; se sentía pequeño en comparación con aquel hombre. Al llegar al último escalón, iba a dar un saludo cordial pero se vio interrumpido cuando el invitado dio media vuelta y lo miró. Todo raciocinio abandonó su cerebro.

—Hola, un gusto conocerte. Soy Lee Ho Seok, tu nuevo tutor—se presentó el hombre. Su voz era cálida y profunda.

—Hijo, saluda—le dijo su madre. El chico movió la cabeza de un lado al otro como intentando despejar la telaraña que cubrió su cerebro.

—Mucho gusto, soy Chang Kyun—hizo una reverencia mostrando el debido respeto a su superior.

—Por favor sígame...—le dijo luego de unos segundos. Ambos de dirigieron a la habitación del menor para dar comienzo a sus clases.

Ho Seok le solicitó los apuntes y últimos exámenes que había rendido el chico para examinar cuáles eran sus falencias. Chan estaba algo nervioso y al mismo tiempo ansioso. Sentía que su tutor lo iba a juzgar por sus bajas calificaciones.

—Bien...—dijo al cabo de unos minutos—Debemos empezar por...—y así dieron inicio las primeras clases del menor.

Todos los días, cuando las clases acababan, Chang Kyun corría o mejor dicho pedaleaba a toda velocidad para llegar lo más rápido posible a su casa, no quería hacer esperar a su tutor quien siempre llegaba puntual.

Profesor particularWhere stories live. Discover now