Relato: Sombras apresadas

75 1 0
                                    

- ¿Cuándo aparecieron?

- No se, ya estaban aquí cuando volví del parque -dice el pequeño Jimmy

- Es muy raro -ahora soy yo el que habla- . Nunca había visto nada parecido.

- Los llaman tuwiis. Dicen que son unos muñecos diabólicos...

- Ya sé lo que son, me lo contó mi madre antes de morir. Lo que digo

es que nunca los había visto en persona.

Si no lo hubiera sabido, habría tomado los muñecos que aparecieron en

la tienda por unos cuantos Kens que alguna niña fanática de las

Barbies se había dejado olvidados allí. Eran bastante parecidos,

excepto por aquel pequeño detalle...

- Lo mejor será deshacerse de ellos antes de que ellos se "deshagan"

de nosotros, ¿no crees? -pregunta con una sonrisa nerviosa en la cara.

- No te me vuelvas ahora tonto, Jimmy. Sabes tan bien como yo lo que

pasaría si lo intentásemos sin el ritual.

- Vamos, eso no es más que una leyenda urbana -dice con cara de fastidio

- Sí, claro, igual que los tuwiis.

A regañadientes, termina dándome la razón.

Media hora más tarde, ya está todo listo.

- Jimmy, estoy preocupado... Quien los haya puesto aquí tenía malas

intenciones...

- Vamos, pronto todo habrá acabado...

- No sé, Jimmy, esto me da muy mala espina.

- ¿Crees que es mejor dejarlos aquí? Recuerda que son capaces de

poseer a la gente... No podemos dejarlos aquí para que cualquier niña

los confunda con muñecos normales y caiga en su trampa.

Me quedo pensativo un momento, pero termino dándole la razón...

- De acuerdo, manos a la obra.

Mojo los dedos en el brebaje y unto la frente de cada tuwii y la mía

propia con él.

- Que sea lo que Dios quiera -susurro antes de pronunciar el conjuro.

Ya no hay vuelta atrás.

Mientras recito las palabras justas, una nube oscura empieza a

formarse sobre mi cabeza. Aunque nunca antes he practicado ese tipo de

magia, supongo que esto es lo que tiene que pasar.

Poco a poco el humo va cubriendo toda la trastienda.

Ya no puedo ver a más de un palmo de distancia.

De pronto noto un intenso dolor en la frente. Todo se vuelve negro.

Cuando despierto, Jimmy está sobre mí.

- ¿Jimmy? ¿Qué ha pasado?

- Shhh.. Tranquilo, Alan. Pronto todo habrá acabado

- Entonces.. ¿los Tuwiis han desaparecido? ¡Lo hemos conseguido!

- No, Alan, no han desaparecido. TÚ no lo has conseguido. Pero NOSOTROS sí

- ¿ Qué? ¿Vosotros? -todo es tan confuso..

- Sí, nosotros. No me puedo creer que hayas caído.. Eres casi tan idiota como lo era el pequeño Jimmy

- ¿Por qué hablas en tercera persona? -un escalofrío recorre mi espalda- Un momento.. ¿era?

- Jajaja, déjalo ya, chaval. ¿No lo entiendes? Ya no puedes hacer nada. Y pensándolo bien.. Ya no necesitamos este cuerpo.

Entonces, el curpo de Jimmy, inerte, cae al suelo con un sonido hueco. "Tan hueco como su alma..". NO. Me niego en rotundo a pensarlo. Esto tiene que ser una broma o algo.. "Sí, eso, seguro que me está gastando una broma.. Seguro que.".

Una sombre negra se eleva frente a mi, y dos puntos rojos refulgen como dos faros en la oscuridad.

- Gracias por liberarnos, Alan -la voz de Jimmy se ha esfumado, dejando en su lugar una totalmente diferente: inmensa, oscura.. Que surge de esa masa negra-. Nunca olvidaremos este favor, pero ¿sabes? Para que la profecía se cumpla, debes morir. No es nada personal

Aunque ese ser no tiene boca, se puede adivinar una sonrisa en su voz. Mientras hablaba, la sala se había ido llenando de sombras oscuras con ojos rojos -si a eso se puede llamar "ojos".

- Tranquilo.. será rápido, no te dolerá -añade otra voz, tan escalofriante como la anterior-. Y no te resistas.. Ya es demasiado tarde para ti.. y para todos

Después de un segundo en el que sólo oigo mi agitada respiración, un millón de sombras se abalanzan sobre mi, envolviendo todo en un olor rancio, y poco a poco dejo de sentir mi cuerpo.

- ¡¡¡¡¡¡¡¡AHHH!!!!!!!!

- ¡Alan! ¿¿Qué pasa??

- ¿¡Jimmy!?

Entonces veo el libro encima de la mesita de noche. No volveré a leer historias de terror antes de dormir.

Relato: Sombras apresadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora