El reloj marcaba las 6:00 A.M. y las personas de Gravity Falls se encontraban en los brazos de Morfeo; todos salvo una chica de larga cabellera azabache que se encontraba arreglando todo lo necesario para asistir a su clase sin retraso. Acomodó rápidamente todas sus cosas y salió disparada directo a la cocina de aquel pequeño departamento.
- ¡Perfecto!, están listas.- dijo la azabache sacando una bandeja de galletas del horno.
Rápidamente empacó las galletas en pequeños paquetes para poder venderlas en la escuela, pero no pudo resistirse y terminó por comerse una galleta; una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro llegando a la conclusión de que había valido la pena su pequeño esfuerzo. La chica salió en dirección a la escuela, aún era temprano y el frío estaba haciendo de las suyas; por lo que tuvo que ajustarse la bufanda color verde en varias ocasiones.
La azabache continuó con su camino hasta que divisó una silueta muy familiar, se trataba de su amiga de la infancia Emily. La chica corrió hacia su amiga pero fue frenando su paso al darse cuenta de que ella no estaba sola, intentó salir del campo de visión de Emily pero le fue imposible hacerlo. Sus pasos se fueron haciendo más cortos hasta estar cerca de Emily quien la recibió con un enorme abrazo.
- ¡Buenos días Elayne!, llevo esperándote 15 minutos.
- Lo siento, tuve un pequeño retraso con las galletas pero están listas.- le entregó una pequeña bolsa a su amiga.- Aunque afortunadamente no has tenido que esperar sola.
La chica estaba degustando una de las galletas de Elayne, se relamió los labios y una enorme sonrisa le hizo saber a Elayne que tenía un don en la cocina.
- ¡Es verdad!, mira te quiero presentar a un amigo.- Emily se acercó al chico de cabellos grises.- Su nombre es Kryptos.
- ¡Hola!.- el chico saludó amablemente a Elayne.
- Ammm..... hola Kryptos.- respondió la chica pero de manera involuntaria miraba el cabello del chico nuevo.
- ¿Ehhh.... Elayne?.- comentó Emily.
- Oh... yo lo siento chicos, de verdad no quería molestar a Kryptos.
- No te preocupes, no eres la primera que se distrae con el color de mi cabello.- Kryptos sonrió.- ¿Te molesta el gris?.
- No, no, no, para nada. Sólo es poco común.- Elayne respondió tímidamente.
- Pero si tuvieras otro color de cabello, probablemente te odiaría.- comentó Emily.
- ¿Ah si, y cuál es sería ese color Elayne?.- preguntó Kryptos.
- El amarillo, yo realmente detesto ese color.
Sorpresivamente Elayne disfrutó de la plática con Emily y kryptos, pero el sonido de la campana anunciaba que las clases estaban por iniciar. Kryptos se despidió y continuo con su camino mientras las chicas le miraron hasta que su silueta se volvió borrosa.
- Y a todo esto, ¿de dónde lo conoces?.- preguntó Elayne.
- En una fiesta, pero siento que hicimos click.- Emily sonreía felizmente.
- ¿Ah si, y segura que este si es un click y no una calentura?.
- ¡ELA!.
- Vale, vale, me cayo pero por favor cuídate Emily, no quiero que salgas lastimada como la otra vez.
- Ni lo menciones, por cierto, hoy quiero que vengas a una fiesta conmigo y con Kryptos.
- Olvídalo, ya sabes que tengo que trabajar.- Elayne apresuró el paso.
- ¡Por eso mismo!.- Emily tomó la muñeca de Elayne.- La fiesta será en la casa de un amigo de Kryptos y estará llena de personas ricas.
- ¿Y qué te hace pensar que ese tipo de gente va a comprar mis galletas?.
- Kryptos dice que ellos compran de todo, sobre todo su amigo.
- Hmp.
- Anda vamos, ya verás que venderás todo súper rápido y sin mucho esfuerzo.- Emily seguía presionando.
- No tengo ropa para ese tipo de fiestas Emily.
- Yo te presto, eso es lo de menos.
- ¿No dejarás de insistir hasta que te diga que si verdad?
- Ya me conoces.
Elayne entró en el salón y se dirigió hacia su asiento, ella realmente no quería asistir a una fiesta, no era de ese tipo de chicas sin embargo Emily había tocado un punto importante; si ella lograba vender todas sus galletas tendría el dinero necesario para el cumpleaños de Joseph. Un enorme suspiro salió de sus pulmones.
- ¿Y bien, que dices?.- Emily preguntó ansiosa.
Su amiga era realmente insistente, el sólo pensar en el tipo de ropa que Emily usaba y que le prestaría a ella le hacía un nudo en el estómago; sea lo que sea que le fuera a prestar, sabía que no tendría los senos requeridos para usarla.
- ¿Cómo dices que se llama el amigo de Kriptos?.- Elayne preguntó.
- Bill Cipher.
- Que nombre tan mas extraño tiene ese amigo de Kriptos.
- Si lo sé pero, ¿qué me dices?.
- ¿Te parece que tengo opción Emily?.- comentó Elayne.
- No.- Emily sonrió.
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