¿Este será el Adiós?

108 11 7
                                    

01.02.2018

"Te amo".

Esas palabras aún duelen.

...

Dicen que el tiempo todo lo cura, pero, ya no hay tiempo para mí. 

Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que vi esos ojos, desde que vi esa dulce mirada volverse tan horrible que desgarraba mi alma a cada segundo, parece que el eco de esas palabras tan hirientes me han perseguido a donde quiera que vaya, como una maldición, algún castigo del demonio, quien parece haberse empeñando en destruirme con el paso de los días.

¿Por qué?

¡Eras tan perfecta! 

¿Cuando aquella sonrisa tan hermosa se convirtió en un arma tan filosa que me corta una y otra vez sin compasión alguna? 

¿Cuando aquellos "Te amo" desaparecieron para siempre? Todo lo que alguna vez quise se desvaneció. Te fuiste, dejándome solo un sin fin de recuerdos, recuerdos ahora manchados con sangre y lágrimas, sólo, como en el principio, solo que más destrozado, sólo como en el principio, cuando solo era yo.

Todo comenzó con aquella sonrisa de la que hablé hace un momento, la verdad es que te había estado observando desde antes, nuestros horarios, de alguna forma hacían que coincidiéramos constantemente, pero ese día, ese maldito día te veías tan absurdamente hermosa, tan irreal que por un segundo pensé que había caído en la demencia.

¿Recuerdas aquel -Hola- tembloroso e inseguro? Aquel primer saludo que te dí luego de minutos de estar echándome ánimos a mi mismo.

Quizás fue en aquel entonces donde todo empezó a salir mal, aveces pienso que, si no me hubiese atrevido a hablarte en aquel momento, hasta hoy quizás seguiría viéndote en ese lugar, hasta hoy seguiría apreciando a la distancia esa maravillosa sonrisa.

Luego de unas semanas de haberme atrevido a hablarte, todo parecía ir bien, nos cruzábamos casi todos los días y siempre había un cálido saludo de por medio que hacía que el día, por mas malo que esté yendo, empiece a verse mejor.

Tiempo después se hizo tan normal vernos de paso en aquel lugar que, pensé, ¿Será momento de invitarla a salir? Lo dudé al principio, pero me sentí tan feliz al oír aquel -¡Por supuesto!- que ni siquiera pude dormir imaginando como nos iría en nuestra primera cita.

Cuando por fin llegó el día, tan emocionado e impaciente, decidí esperarte incluso 10 minutos antes de la hora acordada.

-¡HOLA!-. Exclamaste al verme.

Mi corazón se detuvo por un instante, pues no esperaba que seas tan puntual como yo, de hecho, ni siquiera te vi venir, pero ahí estabas. No podía dejar de mirarte de reojo mientras caminábamos, todo era tan perfecto.

-Cuéntame más de ti-. dijiste, tratando de romper el hielo.

Juro que jamás tuve la mente en blanco por oír solo 4 palabras. ¡NO SE ME OCURRÍA NADA!

-Me llamo Stefano-. Dije luego de unos segundos, pero, para cuando me dí cuanta de lo que había dicho, oí una pequeña carcajada. Obviamente ya sabías mi nombre, ¡Que imbécil soy!, pero, inesperadamente aquel gesto de estupidez resultó.

-¡ERES MUY GRACIOSO!-. Agregaste luego de darme un pequeño golpecito en el hombro. Y desde aquel entonces, supe que entre ser gracioso y estúpido, la diferencia era mínima si se trataba de hacerte reír^^.

Luego de comer helado y ver una película, continuamos hablando, contándonos anécdotas y experiencias personales, y para cuando me dí cuenta ya era muy tarde.

GoodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora