• EXTRA •

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Una mujer lloraba desconsoladamente fuera de la casa, siendo abrazada por Yugyeom. En la calle se encontraban algunas patrullas con las sirenas encendidas acompañadas de motos también. De la casa azul sacaron a un hombre mayor, no pasaba mas de los 50, sus manos iban ubicadas en su espalda, estaban esposadas. De ambos brazos, dos policías lo agarraban,este llevaba la mirada en alto, como si lo que estuviera pasando no fuera nada malo.

Una sonrisa cínica se formó en sus labios, el pelinegro soltó a la mujer y se acercó al hombre, tomándolo de la remera de su camisa, lo hizo levantar la mirada para que lo viera, ya que él era un poco mas alto que él.

— ¿Qué demonios crees que haces? tu hijo esta muerto por tu maldita culpa, y tu solo sonríes como si esto solo fuera un juego...—frunció el ceño— Ganas de matarte no me faltan, soy capaz de hacerlo justo en este momento...

— ¡Hazlo! y veamos quien será, él que se vaya junto a los policías...

— Eres un hijo de puta...—con su puño golpeó el estomago del mayor, sacando le casi todo el aire que contenía dentro.

Lo soltó, y dejó que la policía se lo llevara sin antes recibir muchos golpes e insultos de parte de su ex-esposa. Lo subieron a una de las patrullas y se lo llevaron. Un enorme peso se desvanecía de sus hombros.

Empezó a correr en dirección a su casa, para su buena suerte su mamá no estaba, subió las escaleras y se encerró en su habitación. Sin darse cuenta las lágrimas caían por sus mejillas, dolía, había perdido algo muy valioso por culpa de ese hombre.

Vestía todo de negro. Se sentó en el borde de su cama, pasó sus manos por su cara, estaba muy frustrado y dolido. No sabía que hacer, su mente ya no pensaba con claridad, todo se nublaba para él. Ya nada tenía sentido, su vida no tenía sentido.

— Yo morí junto a él, yo estoy muerto pero...sigo respirando...—susurro— Yo morí con él, yo fui enterrado junto a él.

Se levantó de su cama y se acercó hacia la ventana. La abrió y miró hacia abajo— Yo estoy muerto...yo morí con él...—sintió el helado frío recorrer su rostro...

Pasó una de sus piernas, al otro lado de la ventana, pisando aquel acabado, que solo era un fino barandal que habían puesto, pasó la otra, sosteniéndose del borde de la ventana. Escuchó la puerta principal abrirse, seguro era su mamá, miró con nerviosismo el piso y luego la entrada de su habitación.

— ¡Yugyeom! ¡Oppa! —escuchó las voces de su madre y hermana pequeña.

...

— Omma, mi hermano no está...—dijo la pequeña niña de 12 años.

— Debe estar en su habitación como siempre...

— Iré a buscarlo.

La niña subió los escalones, corriendo por el pasillo llegó hacia la habitación de su hermano, vio la puerta abierta, algo muy raro. Decidida entró, estaba vacía.

— Yugyeom no está en casa...y yo que le compré chocolates para que no esté triste...—vio la ventana abierta, las cortinas se movían al compás del viento.

Se acercó para cerrarlas, hacía demasiado frío, en el momento que tocó el cristal, se encontró con una escena perturbable. Yugyeom en el piso, de lado y con un gran charco alrededor de su cabeza.

Un grito desgarrador se escuchó por todo el distrito. 




Como he hecho con las otras historias, he editado por completo los capítulos y portada, con el fin de presentar algo mucho mejor a la primera versión.

No es leemos luego.

Anonimou.

《 H o f e f o b i a》|| 𝖄𝖚𝖌𝕭𝖆𝖒 || ~ T e r m i n a d a ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora