Hace no tanto tiempo, en un remoto pueblito de España en donde el frío empapaba hasta los huesos, residia un gato negro; tan negro como el mismo firmamento por las noches. Conocido como Colmillos, el audaz minino dormía todo el día en un basurero a las afueras del pueblo, esto con el fin de pasar toda la noche y madrugada despierto. Despertaba por eso de las 19:00 horas (cuando el Sol moría por el horizonte), estiraba sus diminutos musculos uno por uno, ajustaba su visión a la poca luz existente y efectuaba un enorme bostezo, dejando ver a cualquiera que pasara por donde se encontraba sus afilados y amarillentos dientes. Quizá te preguntes el porqué Colmillos tenía ese nombre, bueno, dejame explicarte. Hace 2 años hubo una tremenda plaga de ratas grises que devastó al pueblo, la cual hizo que todos los habitantes (tanto humanos como animales) abandonaran el pueblo, excepto uno; Colmillos. Bueno él junto con su hermano, Bigotes, consiguieron matar a todas y cada una de las ratas, logrando que todos regresaran a la vida. En fin, Bigotes murió tiempo después (el porqué lleva ese nombre es una historia muy graciosa que dejaremos para luego) y a Colmillos la gente le guardo mucho cariño, tanto que le apodaron así porque ahora cada vez que veía pasar alguna silueta pequeña enseñaba los dientes y escupia. Pero volviendo a nuestra historia central seguro te estarás preguntando la causa de que nuestro gatito negro pasara todas las noches en vela, bueno, es muy sencillo; estaba enamorado. Enamorado de la Luna para ser exactos...
Una vez que completaba su ritual vespertino se ponía en marcha para recorrer todas las callejuelas humedas y frías del pueblo. Si alguien pasaba cerca de él sólo le dedicaba una fugaz mirada y continuaba su guardia nocturna. Al terminar la marcha por completo se dirigía al centro, ahí se encontraba un pino sumamente alto en el cual se posaba unicamente a admirar a su amada en lo alto del cielo. Tenia un lugar perfecto, dicha rama permitía una vista ideal del cielo y desde allí le cantaba todas las noches sin falta a la Luna. Ya cuarto menguante, ya llena, ya nueva; él siempre le dedicaba armónicos maullidos que dejaban entrever los sentimientos que su corazón desbordaba por ella.
En fin, una noche de tantas, mientras Colmillos se encontraba recitandole poemas a su amante, una rata blanca pasó por frente de él tan rapido como un flash, provocando que el gato le siguiera hasta debajo del árbol. La buscó por algunos segundos hasta que el destello blanco se posó frente a él. Colmillos la devoró de inmediato, sin embargo, la rata se atoró en su garganta provocandole la muerte...
Se cuenta mucho de esa noche, unos dicen que no fue así, que Comillos no murió, simplemente se fue. Otros cuentan que una familia de otro pueblo lo adoptó. Empero la versión mas famosa y creída por un 80% del pueblo es que nadie encontró su cuerpo, pero esa noche junto a la Luna brilló una estrella en tonos grises, azules y dorados, ésta se fue acercando al satélite hasta fundirse ambos; esa estrella era Colmillos yendose a reunir con su amor.
Juzga la historia como mejor te plazca, aunque creo que es mejor creer en la ultima versión...
