Uhm... I love you

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Está lloviendo, se ha cortado la electricidad. La luz de unas cuantas velas es lo único que nos mantiene iluminadas. Con cada minuto que pasa el sonido de las gotas de lluvia golpeando el tejado se hace cada más intenso. No hay indicios de que quiera parar.

Frío, puedo sentir una brisa helada al parecer proveniente de la cocina. La ventana siempre está abierta cuándo cocino, así que lo más probable es que haya olvidado cerrarla.

Me levanto con poco cuidado del sofá, intentando darme calor al frotar ambas manos sobre mis brazos. —¿A dónde vas?— Pude oír la voz de mi acompañante mientras caminaba a la cocina, con pocas ganas le contesto y sigo mi camino.

Con algo de dificultad, intento no golpearme con algo hasta encontrar la ventana, y sí, la maldita estaba abierta. Y para mi enorme suerte, la lluvia había entrado y había mojado gran parte de lo que era mi cocina. Con mucho desgano cierro la ventana, con seguro por si las moscas, y con la poca luz que la vela me da empiezo a limpiar y secar el desastre que la lluvia había formado. No tardé mucho, así que por el mismo lugar por el que vine, voy de regreso.

A unos pocos pasos de llegar a la sala, puedo divisarla. Está temblando. Maldición, le había dicho en la mañana que no viniera tan desabrigada ¡Estamos en invierno, Dios! incluso le había mencionado que en la televisión habían predicho que hoy llovería. Sin pensarlo dos veces, voy hacia mi habitación a buscar un suéter y unas mantas, no puedo dejar que a Tzuyu le de un resfriado; y todo por culpa de su terquedad.

Te tardaste.

Fui a buscar unas cosas para ti.— Le digo entregandole el suéter y poniendo sobre nosotras las mantas. —Desde la cocina pude ver cómo temblabas.

La verdad no tengo frío.

Chewy, estás congelada. Solo toca tu nariz.— Tomo su mano y la llevo a su nariz, se sorprendió al notar que tenía razón. —¿Ves? Estás helada.

—Está bien.— Doy una leve sonrisa mientras veo como se pone uno de mis sueteres. —¿Qué? ¿Me veo graciosa? Recuerda que esta es tu ropa.— Sin dejar de sonreír niego con la cabeza, más bien se ve muy linda y tierna. —Tan solo te ves... adorable.

—Gracias, supongo.— Su risa suena algo nerviosa ¿le incomodará algo?

Han pasado varios minutos y ninguna de las dos ha hablado, Tzuyu se la ha pasado malgastando la batería de su celular en un algún juego, lo sé porque puedo escuchar algunos cuántos disparos provenientes de su celular.

Por mi parte, no dejo de pensar en ella, en mis sentimientos más bien. Desde hace unos años que tengo ciertos sentimientos hacía ella, quiero decir, me gusta mucho pero símplemente no se que debería hacer. No creo que deba decírselo, pero tampoco ella es adivina; no quiero arruinar nuestra amistad, tampoco quiero que nuestra relación se torne extraña de alguna manera. Maldición, ugh.

Jihyo ¿estás bien?— ¿Qué? No me digas que tuve una crisis en frente de ella. Volteo la mirada y me topo con sus ojos puestos sobre mí. —Te noto... preocupada.

—Estoy bien, sólo pensaba en... cuando llegará la electricidad.— Wow, que gran excusa Jihyo, digna de un Óscar.

Descuida, pronto volverá. Y cuando lo haga terminaremos de ver la película.— Posa su mano sobre mi cabeza y comienza a darme pequeñas caricias. De alguna forma, aquel gesto logró calmar mi corazón, que estaba como loco hace algunos segundos. —Así que tranquila ¿okey?

Okey.

La lluvia se hizo más intensa y el viento que la acompaña empezó a soplar más fuerte, si no fuera por la chica del clima el temporal me hubiera tomado por sorpresa. Por segunda vez el silencio entre nosotras inunda en la habitación, solo se escuchan las gotas caer, el viento soplar con intensidad y el celular de Tzuyu. ¿Qué se supone que debería hacer ahora? Nuestro silencio no es para nada incómodo, en absoluto, es bastante agradable.

Gotas De Chocolate [One Shot][JITZU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora