Contenido fuerte, discreción. Bajo tu responsabilidad leer.
—¡Vamos, despierten!— Todos nos levantamos de golpe, bajo rápidamente de un salto de la litera. —Todas la estrellas, vengan.— Se dio la vuelta, veo a Gerardo empezar a seguirla, al igual que 9 personas más.
Chris me mira asustado, pero le sonrió.
Gerardo mueve la cabeza, asintiendo.
Entiendo a lo que se refiere.
Nos lleva a un pasillo largo, cada uno es dejado en una habitación.
La habitación está llena de cámaras y lámparas.
Una cama grande en medio de la habitación.
Entra la mujer del día anterior, con dos hombres.
—hagamos esto sencillo ¿Que es lo que quieres para que esto sea más sencillo?—Mi oportunidad, no importa que.
—Chris no lo venderás, y haré lo que quieras cuando tú lo pidas.— Veo su sonrisa crecer.
—Un buen trato— alza su mano, yo la estrecho con fuerza. —Eres virgen ¿No?— Pregunta.
Asiento.
—Sacaremos mucho de tu primera vez— sonreí, moviendo la cabeza a los hombres.
Uno de ellos se mueve junto a mi.
Respiró profundamente.
Se fuerte, se fuerte. Repito en mi cabeza.
Empieza a quitarme la ropa.
Cuando estoy completamente desnudo.
Sus labios pegan con los míos.
Intento seguir su ritmo, aunque es muy rápido.
Mi corazón late con fuerza, pero tengo que hacerlo por Chris.
Su manos empiezan a recorrer todo mi cuerpo.
—Tu también chico.— La voz de la mujer me saca de mi mente.
Y hago lo que me pidió.
Muevo mis manos por su abdomen, subiendo y bajando.
El pasa su mano por mi trasero y lo jala hacia el, nuestros miembros se juntan.
Me trago las ganas de vomitar.
Me deja caer en la cama.
El miedo me invade.
—Tranquilo chico, será con juguetes.— Eso realmente no sé escucha bien.
Pero sigo besando al hombre.
El se retira, pero me quedo hay, de una bolsa que no me había percatado saca un dildo pequeño.
Mi mente piensa muy rápido.
—Date la vuelta.— Hago caso a su orden, me doy la vuelta.
El jala mi cadera, quedando como perro.
Empuja mis hombro a la cama.
—Relajate o dolerá mas.— Eso realmente no me calma, pero intento hacerle caso ya que tiene razón.
Cierro los ojos.
El tipo agarra mi miembro y empieza a moverlo, arriba y abajo.
Mi cuerpo se activa ante los movimientos.
Siento un dedo meterse en mi ano, intento no gritar.
Dios, matenme.
Lo saca y lo meto por un rato, aún sigue jugando con mi miembro.
Realmente mi cuerpo está pidiendo más.
Y me odio por eso.
Su segundo dedo se introduce.
Empiezo a gemir, Dios me estoy odiando tanto.
Lo siento papá.
Lo siento Derek.
Lo siento mamá.
Lo siento.
Su tercer dedo ya introducido no duele tanto.
Pero mantengo los ojos cerrados.
El saca sus dedos después de un rato y se lo que se avecina.
Siento el dildo posicionarse en mi ano.
—Respira profundo— Jalo todo el aire posible.
El empieza a meterlo lentamente.
Intento casi no gritar, sin éxito.
—Se más rudo, Gómez.— La mujer hablo, Dios no.
Por favor no.
Cuando siento casi la mitad dentro de mi.
Siento que lo entierra con más fuerza.
Obligando que todo el dildo entre en mi.
Grito con fuerza.
Y empieza a pegarle al dildo para que entre más en mi.
Mis gritos suenan en toda la habitación.
Matenme por favor.
Por favor.
Por Chris, por el. Mi mente se repite una y otra vez.
Después de casi una hora así.
Siento con el dildo sale de mi.
El otro hombre me levanta, me viste.
Me doy cuenta que estoy llorando, que débil soy.
Pasa una de sus manos por su hombro y me saca de la habitación.
Me lleva hasta las literas, puedo ver qué Gerardo ya está con Owen.
Gerardo está acostado, se ve sonrojado y cansado.
Me acuesta en la cama de Chris.
Chris me mira preocupado, pero realmente solo quiero dormir.
El hombre se va.
Gerardo aparece en mi vista.
—Hice el trato.— Susurre cerrando los ojos.
¿Dios?¿Estás ahí? Soy Stiles Stilinski, por favor ayúdanos a todos.
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