Aprender a Perdonar

estudiando o ¿algo mas?

Narra Samantha.

Estaba en shock no sabia que hacer, si correr o dejar que se acerque a mi, como no tenia opción deje que se acerque y las muy pendejas de mis amigas se fueron dejándome SOLA con él, entonces me dijo:
- Hola ¿como estás?

- bien, ¿que haces aquí?

- nada solo venia porque el profesor me había dicho que mi examen fue insuficiente y que me reúna contigo para que me ayudes a estudiar. Para que seas mi tutora.

- ¡¿Qué?! ¡¿enserio!? - no jodas profesor

- ¿entonces? ¿me vas a ayudar? -hizo un puchero muy lindo y no me pude negar -

- esta bien pero va hacer solo por unos días

- esta bien, lo que usted diga, tutora- sonreí , no se porque el ambiente entre nosotros está menos tenso.

- pero ¿ donde nos reunimos? - dije con curiosidad.

- hmmm ¿te parece bien en tu casa?

- ¿porqué no en la tuya? - su expresión cambió, se puso serio y bajo la mirada.

- en mi casa no.

- ¿ porqué no?

- en mi casa hay un drama familiar, y no quiero hablar de eso -

- Tranquilo, te entiendo - le sonreí . - en la mía entonces ¿ Al salir de clases?- me sonrió y le devolví la sonrisa, nos quedamos mirándonos el uno al otro, me perdí en sus ojos color cielo, y al parecer el en los mios por un largo rato hasta que el timbre del recreo la cago.

- emm.. este- dije para salir de sus preciosos ojos.

- yo...entonces ¿te veo al salir de clases?- asentí-

- adiós, nos vemos luego- me dijo y me guiño el ojo. Así simplemente se fue dejándome muy confundida.

Las horas restantes de clase se fueron rapidísimo, cuando me dí cuenta que ya era hora de salir, me puse nerviosa, de echo muy nerviosa, demasiado, era la primera vez que salia con Alexander después de nuestra ruptura, eso me ponía MUY nerviosa y creo que también ¿ Ansiosa?

Al llegar a mi casa, me dí un baño, obviamente no podía ir toda apestosa, me puse un vestido casual con floresitas, no se porque le doy tanta importancia a esta salida, despúes de todo es solo para estudiar y nada más ¿ verdad?

Luego de ya estar lista, tocan el timbre de la casa, mi mamá no está y no regresa por lo menos hasta la media noche de su trabajo, así que obviamente era él.

Me dirigí a la puerta, y lo vi ,pero notaba un poco de tristeza en su rostro, al entrar nos dimos un beso en la mejilla, pero el me la dió MUY cerca de los labios, MUY cerca. Eso me puso aún más nerviosa.

- hola, Alexander ¿ Listo?

- ¿para?

- Para la tortura que es estudiar- le sonreí

- Si es contigo no es una tortura ¿ no crees?- intente ocultar la sonrisa que se formo en mis labios.-

- comenzemos.
Las horas pasaban y todo lo que le intentaba explicar, parecía que él no entendía nada de nada, en vez de prestar atención, se me quedaba viendo con una sonrisa en su rostro descaradamente, me sentía un poco incomoda con su mirada fija en mi.
- Eres hermosa- de la nada soltó.

- gracias, pero necestito que te concentres.-

- contigo a mi lado no se si podré.

- Deja de mirarme y concentrate, Alexander.

- ok, ok - poso su mano encima de la mia, mi mano comenzo a temblar ante su roze.

- ¿ que hac- y antes de poder decir algo, me besó, sus labios se movian mientras que los mios estan inmoviles ante la sorpresa, pero despúes comenze a dejarme llevar por sus apetecibles, hermosos y carnosos labios. Así estabamos ambos por un buen rato hasta que el cortó el beso.

- lo siento, fué un impulso - dijo una vez que dejamos de besarnos.

- ¿ porqué?

- ¿ porqué que?

- ¿ porqué coqueteas conmigo, me haces sentir como si te importara ?

- Samantha enserio estoy arrepentido, enserio me importas.

- vete de mi casa- dije con una expresión extremadamente seria

- pero ¿ qué pasa?

- Te atreves a darme un beso, como si yo fuera una cualquiera y me rendiria a tus pies depúes de todo lo que me has hecho- mi expresion cambio a una casi enojada con lagrimas queriendo salir. Ya antes de que pueda decirle algo, ya se habia esfumado.