cap: 6 Un nuevo comienzo.

55 6 4
                                    

Narra Samantha

Intente tranquilizarme pero de solo pensar en lo que hicimos me pone los pelos de punta y lo peor es que lo volví a sentir, esa sensación de seguridad en sus labios, esa maravillosa sensación que solo él me hacía sentir, esos suaves labios domando los míos, se sintió tan pero tan bien, y eso me preocupa...

Me pregunto ¿ que pasaría si lo perdono y todo vuelve hacer como antes? Definitivamente tendrá que pasar mucho tiempo para llegar a eso.

hoy estamos en el salón esperando a que el profesor llegue, estaba hablando de cosas irrelevantes con mis amigas cuando nuestras miradas se cruzan, Alexander me miraba con una expresión triste al igual que la mía. Solo estabamos los dos, parecía que el mundo se detenía cuando nos mirabamos, perdiéndome en sus ojos color cielos y al parecer él en los mios. Nos quedamos así por un minuto aproximadamente, hasta  que  el profesor entró al salón nuestras miradas se desconectaron abruptamente, note que mis amigas me miraban con una sonrisa pícara en sus rostros.

- Los sigues amando ¿ verdad? -  me preguntaron Leo y Paula a la vez  aún con esas sonrisas.

- No... lo se - dije confundida- nos besamos- solté de forma abrupta, pude ver sus expresiones de sorpresa, parecía que sus ojos se salían de tanto abrirlos.

- ¿ Porque siento que no nos  dices la verdad?- dijo paula -  Noto como lo miras. No soy tonta, querida.

- Sí, acepto que aún siento algo por él - dije - pero eso no significa que lo perdonaré así domas, lo siento chicas pero yo me haré de  ganar, no dejare que me vuelva a traicionar. Tengo que estar segura que no vuelva hacer lo mismo. - dije lo último con una mueca al recordarlo  eso. 

- señoritas, pueden hacer el  favor de dejar de hablar y ponerse en sus asientos o ¿ necesitan una invitación? - nos miraba el profe, me sonroje por que toda la clase nos miraba, qué vergüenza. nos sentamos cada una en nuestros respectivos puestos, juro que había olvidado que el profesor había llegado.

La clase pasó muy rápido a decir verdad, es una de mis clases favoritas: Arte. Nose pero me encanta y la verdad es que soy muy buena en eso, pero el profesor es una mierda, es la persona más odiada del bachillerato, es muy exigente,  a demas cuando le cae mal una persona le hace la vida imposible, lo sé porque me odia, siempre lo ha hecho y el sentimiento es mutuo. 

 Nos tocaba un  descanso de 15 minutos, pero esta vez no salí con mis amigas, preferí sentarme a leer un libro, es una buena manera de salir de la realidad y dejar escapar mis pensamientos. Estaba leyendo un clásico, clasicismo de echo: Romeo y Julieta. Una historia trágica de amor, en el cual los protagonistas acaban muertos, pero con un amor tan intenso que se tenían uno al otro, estaba tan  perdida en mi libro que no me percate que alguien estaba sentado al lado mio.

- ¿ lindo libro?- preguntó Alexander. Mierda, esto va hacer incomodo, no se como actuar despúes del beso...

- Sí- respondí cortante.

- que bueno...- I.N.C.O.M.O.D.O

- Oye, mira, enserio siento mucho lo de ayer, pero pense que tu querías y pues...lo hice - dijo,me miro avergonzado. 

- Tranquilo. Yo no se si pueda estar contigo...por ahora

-¿ Por  ahora ? osea que despúes si

- Tal Vez- en su rostro se formo una sonrisa.- Necesito asegurarme de que no me hagas lo mismo de nuevo. Necesito saber que has cambiado, Alexander.

- Te lo probare, lo prometo, te quiero, quiero que lo sepas. Te amo como a nadie, la verdad nose porque te hice eso tan cruel, si mi yo de ahora se viera a mi yo del pasado le pegaría una paliza, lo juro. Dame una semana para compensarte de todo el daño que te hice. ¿ si? 

- Esta bien, espero que esta vez no la cagues . Tienes una semana de prueba. Pruebame que no me equivoque en darte esta oportunidad, Alexander. 

- Te lo probare, lo prometo- me beso la mejilla cariñosamente - mañana tu y yo en el parque de diversiones ¿ te parece? - asentí- okey te veré mañana a las 4, hermosa. - me dio un beso en la mejilla de nuevo  dejándome levemente sonrojada.

- ¿ Y qué lees? - preguntó 

- Romeo y Julieta 

- Hay que romántica estas! - dijo sonriendo.

- sip, el amor que ellos se tenían era real... mágico. Sería muy bello encontrar un amor así

- yo te lo puedo dar- dijo acercándose a  mí más de lo normal  

 De repente toco el timbre de finalización del descanso, al fin y al cabo nunca pude leer mi libro. Le sonreí alejándome e hiendo a mi grado un poco emocionada  por esta nueva etapa entre los dos. 


Aprender a PerdonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora