Capitulo 3

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Mi despertador sonaba y rápidamente me levanté, tomé la misma ropa que ayer, solo que con una blusa diferente y me peiné el cabello. Lavé mi rostro y mis dientes y luego me puse una sudadera morada con letras blancas que Gemma me había regalado.

Bajé a la cocina y estaba sola. Abrí el refrigerador y encontré buenos ingredientes para un buen desayuno. Preparé hot-cakes, doré la mantequilla y la apliqué en ellos, partí un par de fresas y los decoré, luego exprimí un par de naranjas y las serví en un vasito. Preparé café de grano y también hice unos huevos fritos con tocino.

--Buenos días -escuché que decían. Me giré y era Harry quien enjugaba sus ojos con ambas manos-bonita sudadera.

--Gracias. Gemma me la prestó -mencioné y sonreí.

--Era mía -dijo él y yo comencé a quitármela.

--¡No, no... está bien! -sonrió y me detuvo con sus manos-Quédatela... se ve bien en ti -sonrió y yo solo me hice a un lado.

--Hice el desayuno -dije y serví un buen plato para él. Se sentó en su lugar y lo puse frente a sí-- ¿Jugo o café?

-- Jugo -respondió mientras bostezaba.

-- Tienes un feo morete -susurré y él torció la boca apenado-- ¿irás a la escuela así?

-- Sí -respondió tomando un el vasito que había dejado allí. Lo serví y Gemma apareció allí, vio a Harry y gritó.

--¿Qué rayos te pasó? -gritó alarmada-- ¡Más vale que no hayas hecho nada estúpido Styles! -amenazó.

-- Fue mi culpa -mentí.

--¡¿Golpeaste a mi hijo?! -gritó alarmada Anne, quien a penas entraba a la cocina. Mi corazón comenzó a latir realmente asustado.

--¡No, bueno sí! -dijo Harry y yo lo miré-la realidad es que bajé a la cocina y ella estaba aquí. Tomando agua, no hablé y cuando me acerqué por un vaso se asustó y lo primero que hizo fue golpearme, pero fue solo un reflejo.

-- Harry más vale que no me mientas -dijo Anne mirándome, yo agaché la cabeza.

--Enserio, Lorette sería incapaz de tocarme un solo cabello -me miró-- ¿verdad?

-- Verdad -respondí yo aún cabizbaja. La cocina se quedó en silencio por un par de tensos segundos.

Mis manos temblaban, ya podía escuchar el discurso de mala niña cuando te dicen que te ofrecen todo y tú no les das nada a cambio. Sin embargo, en lugar de recibir semejante sermón, escuché un:

--Que rico se ve el desayuno, ¿puedo comer yo también? -preguntó Anne.

--Claro lo preparé para ustedes -respondí rápidamente, mientras más rápido fuera la distracción del tema, sería mejor.

--De acuerdo entonces quiero un poco de todo -mencionó Anne con media sonrisa. Le serví en un plato y a Gemma igual. Me serví un poco pero comí alejada de ellos. Miré a Harry disimuladamente y él sonrió en forma de complicidad. Sonreí y seguí comiendo.

Al terminar Harry se retiró porque tenía que ir a la escuela. Yo sin embargo me puse mi ropa de trabajo y fui junto con mis jefas a la panadería. Allí me preparé y comencé a hacer todo lo que me pedían: las masas para los panes, enviar y cargar las camionetas para las tiendas pequeñas, el decorado de las galletas y varias cosas más.

Caminaba por uno de los pasillos y toqué mi vientre de nuevo, me gustaba la idea de sentir cuando comenzara a moverse. Pero para eso faltaban al menos unas semanas más.

-¿Qué haces? -preguntó Gemma detrás de mí. Aparté mis manos inmediatamente y sonreí.

-Nada, solo tocaba mi panza -mencioné haciendo cara de dolor.

Yellow Shirt - MinnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora