2: La trampa del halcón

1.1K 169 61
                                    


Bakugo había tenido una semana horrible, ya que aquel tipo raro seguía yendo todos los días, lo miraba fijamente, y cuando no lo miraba, estaba en su computadora, donde Bakugo comprobó que el tipo no estaba trabajando en una tesis importante o algún papel relevante, o haciendo algo menos patético, sino que estaba jugando en línea. "Seguro es de esos imbéciles que ponen su dinero en juegos idiotas para comprar cosas inexistentes y tener granjas más grandes", pensaba Bakugo mientras le rellenaba una humeante taza de café bien amargo; el tipo tenía ojeras, ¿qué no dormía? Seguramente no, ¿y era su problema? ¡Ni de chiste!... Para acabar de arruinar todo, cuando Hawks, o "Haku" como le llamaba Bakugo, volvió para ser una molestia.

—Hermanito precioso, ¿cómo está mi pollito? —Haku lo abrazó y lo llenó de besos que avergonzaban a Bakugo y le ponían furioso, que básicamente era la intención del mayor— ¿Cómo está mi flojo favorito?

—¡¿A quién llamas flojo, cerebro de pájaro?!

Haku empezó a reír.

—Oh vamos, ¿me vas a decir que conseguiste empleo?

—Sí, imbécil.

Haku parecía disgustado con la noticia, más cuando supo dónde trabajaba su querido hermanito.

—¡Pero si pagan una miseria! ¿Qué no ves que tú mereces mucho más?

—Pues es lo que hay, dijiste que no me vas a mantener por siempre, ¿qué demonios se supone que haga mientras no tengo ni siquiera la preparatoria finalizada?

Haku acarició el caótico cabello de su hermano menor, sin duda se estaba esforzando, ¡y por ello es que no lo torturaría más! Sonrió animoso y le anunció:

—Iremos a cenar a casa de alguien importante, quiero que te pongas guapo.

—¿Guapo? —la cara de asco de Bakugo era hilarante, pero Haku se contuvo de reír— ¿A dónde mierda quieres llevarme?

—Iremos a cenar a casa de mi benefactor favorito —el rostro de Haku reflejaba perfectamente una sonrisita traviesa, que gritaba "estoy mintiendo y algo turbio está detrás de esta bonita cara", pero Bakugo sabía poco de los contactos o la gente que su hermano frecuentaba, después de todo era modelo, y las historias en internet sobre qué deben hacer los modelos para alcanzar la cima son sino tremendamente turbias; sin embargo, Bakugo quería creer que su hermano, que era todo menos estúpido, se había salvado de ser la perra del mundo del espectáculo.

—¿Y debo ir yo por...? —se cruzó de brazos, alzando su ceja. Haku quería sacar el celular y tomarle una foto, ¿acaso no era el más precioso de los preciosos divinos hermanitos menores? Todo enojado y bonito, como un Pomerania, ruidoso pero imposible no amarlo. Haku era de esos "obsesionados con la belleza de su hermano menor" y se podía comprobar en los 13 álbumes repletos de fotografías de Bakugo que cubrían desde sus 2 años en los que fue adoptado hasta la actualidad.

—Porque quiere conocerte y yo quiero pasar tiempo contigo, aunque si quieres puede no ir, ya que estás siendo un adulto creo que puedes mantenerte solito, ¿no?

Su salario miserable decía que no, Bakugo entendió el chantaje.

—¡Púdrete! ¡Y no tengo ropa formal, así que iré con lo que sea!

—Sabía que dirías eso, pero tu hermano siempre está listo —dicho mostró un soberbio, estúpidamente caro, de marca, de diseñador, traje tinto con camisa y corbata negra que estaba hecho a medida perfecta de Bakugo— Conozco todas tus medidas, así que me tomé la libertad, si no lo usas te lo cobraré.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 27, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Suggar DevilsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora