Capitulo 1

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15  Marzo/Año 2031

Distrito Central – Tokyo.

Todo comenzó desde que la humanidad  cambio, que puedo decir, no estuve ahí para verlo pero estoy seguro que en vez de ayudar a la raza humana nuestros antepasados la jodieron mas.

Con solo ver las calles podías enterarte. Los collares que estaba en sus cuellos mostrando ser el signo de propiedad de los Alfas, a como se les empezó a llamar, no eran menos indignos por tener piedras preciosas o intrincados de oro y plata. No dejaban de denigrar al ser humano en si, y aunque no quisiera admitirlo, la humanidad se dejo acaparar por las clases sociales volviendo a ese modelo arcaico que se pensó ya había quedado en el pasado.

«La supervivencia del mas fuerte Izuku, nunca lo olvides, eso es todo lo que debe de importarte...»

Sus palabras le habían quedado grabadas en su mente joven desde ese mismo momento en que fueron pronunciadas, las amadas palabras de su padre.

Que en paz descanse.

Seguí caminando como si no tuviera un destino fijo, aunque sabia a donde iba no quería pensar en los escabrosos detalles de lo que iba a hacer para sobrevivir.

Los omegas no teníamos derechos, desde que los alfas habían tomado el poder se nos denigró a tal grado de solo ser mascotas sexuales, simples juguetes para su diversión. Unos adornos que llevaban a cualquier parte como si fueran perros, lo cual no estaba muy alejado de la realidad por los collares que portaban.

Aunque últimamente en los pasados años el nuevo presidente se apiado de los "clase baja" a como les llamaban generalmente y emitió una orden para que los omegas tuvieran una mínima parte de derechos, entre ellos la educación superior, pues si iban a ser parejas de alfas con altos rangos ya sea en política o negocios, no querían que fueran solo una bola de idiotas nada cultos que abrirían las piernas a quien les diera la gana.

Pensándolo mejor tal vez el presidente dio la única pieza faltante que ayudaría a sus caóticas vidas. Con ello ya siendo aceptado por la humanidad, los omegas lograron llegar a tener estudios y muchos eran conocidos como grandes maestros literarios, otros famosos médicos y uno que otro filósofo reconocido.

Aun así la realidad de la vida no era color de rosa pues aunque hubiesen estudiado seguían siendo tratados como omegas, ya no tanto como simples incubadoras pero no les daban del todo la palabra, según los alfas, para que no olvidaran sus orígenes.

Y su lugar en la sociedad.

*Una perdida de tiempo, pero eso es lo que hay, lo que nos ha tocado vivir...* pensé detenidamente. Toque mi collar que portaba en el cuello, y trague grueso, a veces como lo odiaba. Le recordaba su maldita condición. Esos collares eran la marca que los distinguía, quisieran o no...

El color de los collares era distintivo para los omegas, dentre ellos los de color rojo eran los de la mayoría, eso significaba que podían ser usados como juguetes sexuales por un buen precio, dependiendo de si te gustaba o no el cliente, aunque muchas veces también no era beneficioso, imaginar que un cliente se apoderaba de tu libertad no era algo alagador, o por el simple hecho de haberse encaprichado contigo y te mate, tampoco sonaba bonito.

En el caso de los collares blancos estos muy pocas veces se veian, demostraban que ya pertenecías a algún alfa el cual podía mandarte a como le diera la gana, en pocas palabras un signo de que estabas prometido, algo así como el matrimonio.

En el caso de los collares negros eran omegas que habían tenido la oportunidad de tener educación, que en los casos anteriores no se contaban con esa oportunidad, y de paso algo así como un jodido farol de que estabas soltero.

PROYECTO ALFA NOVA «KatsuDeku» «TodoIida» [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora