Mi mala suerte.

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Finalmente en encontramos una academia a 5 minutos de mi casa, al menos no tendría que ir lejos.

Hacia calor lo cual hacia que tuviera un leve brillo en la cara. También acababa de bañarme y no tuve iniciativa de arreglarme, y me puse lo peor de mi armario.

No me podía ver peor.

Estaba a punto de bajar de el coche cuando mi madre me detuvo.

-Por favor Jessica dale una oportunidad ¿si?

Lo medite un poco, ¿de verdad podría?, al menos soy buena fingiendo.

-Si, lo prometo- le dije dandole una pequeña sonrisa.

Ella me devolvió la sonrisa y finalmente bajamos de el coche.

Caminos hasta la entrada, que daba a un pequeño pasillo que daba a unas escaleras.

Cuando subimos pude ver una mesa de cristal que supuse servia de recepción. Detrás de ella había varios anaqueles con varios trofeos de baile.

Había unos cuantos sillones morados desgastados al aire libre lo demás estaba techado. La única pared tenia una puerta blanca y en dicha pared escrito con blanco se podía leer: "Dancer Boys"

Puf, que original.

No se veía nadie en el lugar ni se escuchaba nadie.

Seguía analizando el lugar cuando la voz de mi madre me distrajo.

-¿Hola? ¿Hay alguien?-dijo mi madre esperando a que hubiera alguien que la escuchara.

Lo cual consiguió. De la puerta de la pared salió un joven de unos veinti pocos, robusto, moreno, con el cabello corto. Caminando hacia nosotras mientras escribía algo en su celular.

Cuando se sitúo detrás de el mostrador note cierto aire de prepotencia y supe que el no se andaba con rodeos, me intimido su seguridad pero creo que lo logre ocultar.

-Buenas tardes- le dijo amablemente el joven a mi madre

Inmediatamente después de saludarla poso sus ojos en mi con curiosidad, le sostuve la mirada esperando que el la retirara primero.

-Jess, deja de morderte el labio y saluda- dijo mi madre, aunque lo sentí mas como exigencia.

-Hola soy Jessica-le eche una mirada rápida y después la centre en el piso, pero sentía su mirada en mi.

-Mucho gusto, mi nombre es Victor- dijo mirándonos a las dos.

Buen inicio, ahora continua.

-Mi nombre es Teresa-dijo mi madre- leí en un volante que aquí hacen coreografías para XV años.

Sus ojos adquirieron un brillo característico de trabajo y se acerco a la mesa de cristal para sacar unos panfletos con paquetes y esas cosas.

-Por supuesto, soy el coreógrafo principal, y le puedo enseñar unos paquetes para quinceañeras dependiendo de lo que quieran.

Victor señalando con una pluma los paquetes le fue explicando a mi mamá los beneficios de los paquetes con mayor costo.

Es por esto que no me gustan estas compañías de baile, mientras mas caro mejor. ¿No es así como todo funciona?

No es que me molestaba bailar, es mas me gusta. Pero tener que ver a chicas mas lindas, delgadas, y que bailen mejor me ponía muy triste. Probablemente me verían como un bicho raro por no saber bailar.

Esa era la razón por la que no quería entrar a una academia, cada que regresara de bailar acabaría con la autoestima mas por los suelos...¿Se podría?

Pero, tengo que ser optimista puede que hasta olvide a Esteban con los chicos de la academia, casi pude sentir el dolor agudo de las cortadas en mis brazos y la sangre fluyendo con las lagrimas y recuerdos...oh, estúpidos recuerdos. Instintivamente me cubrí el brazo derecho con mi mano izquierda

-Me gusta el lugar y este paquete, ¿que te parecer Jess?- pregunto mi madre sacándome de mis pensamientos.

Los 2 se me quedaron viendo en espera de una respuesta.

Dios, no le puse atención. Rápido Jess piensa, ¡di algo lo que sea!

-Pues no lo se.

¿Enserio? ¿Eso fue lo mejor que pudiste decir?

-¿No escuchaste nada de lo que dijimos o si?- dijo mi madre enfadada.

Yo solo le decía a Victor con la mirada que me salvara.

Afortunadamente la capto.

-Mira Jess...¿Te puedo decir así?-dijo Victor, yo solo asentí.

-De acuerdo, el paquete que te conviene te incluye 6 meses, de 7 pm a 8 pm será clase de baile, para que te sueltes, y de 8 pm a 9 pm, serán los ensayos para tus bailes de XV años todos los días, ¿que te parece?

¿Que, que me parece? Maldita sea, es demasiado tiempo. ¿Todos los días? Ahhh, esto es demasiado.

Baje la mirada para poner mi "mala cara" sin que me reprendieran.

Y ahora mismo no estaba para eso.

¿Que mas puedo hacer? No hay escapatoria.

-¿Ya lo pensaste hija?- pregunto mi madre.

Iba a decir que lo iba a pensar cuando vi a alguien salir de la puerta blanca.

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~Hola, aquí esta el otro capitulo espero les haya gustado ;)~

~A propósito les quería decir, que son hermosas y que NADIE las debe de convencer de lo contrario~

~L@s veré el lunes para el próximo capitulo, cuidense y sean felices~ /u\

~Shoshi:3

Somewhere around hereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora