My little egocentric -JIMSU-

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La gloriosa mañana comenzaba como de costumbre, aquel apuesto presidente seguía en la cama mientras que su asistente personal se encargaba de preparar todo para su jefe.

Así era cada mañana para él, era por mucho, el asistente perfecto.

—. Hoy preparé un atuendo casual que realza la tez de su piel. Escogí una corbata neutra color vino para darle un toque maduro, puede combinarlo con un reloj Rolex, Maserati o Casio para finalizar el look — comento aquel de mirada angelical.

—. Me gusta, Realmente mi piel se ve perfecta con estos colores — contesto el mayor mientras se admiraba en el espejo.

El menor río por lo bajo, estaba demasiado acostumbrado a esa actitud tan narcisista.

—. Tiene una junta con los embajadores de Londres a las 8:00 de la mañana, le sugiero que nos demos prisa o podría llegar tarde — añadió aquel.

El señor Min asintió y se dio la vuelta para comenzar a caminar rumbo al auto que le esperaba fuera de su lujosa casa.

—. ¿Que tengo programado para hoy? —pregunto mientras veía su reflejo en el cristal de la ventana.

—. A las 11:00 am está programada una junta de consejo general.

—. Bien.

—. A la 1:00 PM tiene una visita al museo que se inaugurará próximamente.

—. Es verdad, agrega un paréntesis y Agen. . .

—. La comida con su madre, ya está lista para la 1:30 de la tarde, señor — contesto.

YoonGi sonrió satisfecho, confiaba tanto en la eficacia de su secretario que estaba más que encantado.

—. Señor, parece que hay un problema — comento el ajeno mientras entregaba la tableta con una noticia a su mayor.

YoonGi tomo aquello y se acomodó para leer. De inmediato, su seriedad se notó en su rostro y dejó aquella pantalla lejos de su vista.

—. Joven Park, por favor encárgate del señor Han, yo me adelantaré a la junta — comento una vez llegaron al imponente edificio.

El menor asintió y se separó del mayor para dirigirse a dónde estaba el señor Han. Abrió la puerta de su oficina y se encontró con un hombre hundiéndose en su miseria.

—. Señor Han, ¿Podría explicar que sucedió? — comento de manera calmada al hombre que yacía detrás de su escritorio.

—. No lo sé, fui a la reunión para cerrar el proyecto pero los funcionarios lo rechazaron por llegar unos minutos tarde. Me enoje y no sé por qué fui a la zona roja — comento mientras se lamentaba.

Jimin sonrió suave y se acercó al hombre para darle consuelo.

—. Fue un momento de debilidad, es normal. Así que ya no se preocupe, ¿Que le parece si se retira a su casa a descansar mientras nosotros arreglamos todo esto? — comento.

El adulto asintió suave, se relajo un poco y salió de ahí un poco más calmado. Su secretaria parecía preocupada, por lo que no pudo evitar acercarse a Jimin con cuidado.

—. ¿No van a despedir al señor Han, cierto? Lo que hizo no fue tan grave, solo lo vieron en la zona roja y ya — dijo aquella angustiada.

Jimin sonrió y tomo su celular, marco un número y espero a que este fuera atendido.

—. Buenos días, habla el Joven Park. . . ¿Podrían venir a desocupar la oficina del señor Han? SI, para esta misma tarde. . . Si, muchas Gracias — finalizó la llamada antes de comenzar a caminar.