| Capítulo 7 |

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Un silencio muy incómodo reinó en aquel comedor en dónde un solo instante se transformó en la sala de interrogación para la delicada pelirosa que al observar a su progenitor Kizashi, un hombre frío, muy intimidante para sus empleados y socios de su cooperación, utilizando sus mismas tácticas con su única hija.

Usualmente Kizashi, trataba a Sakura estrictamente y a la vez borde, porque la razón por la que es así, es por el simple hecho de que él anhelaba con todas sus fuerzas que su primer hijo, fuera un varón así para que sea su sucesor y heredero de sus negocios, pero todos sus planes se frustraron al saber que esperaban una niña.
Más no tuvo de otra que consentir la para así llenar la necesidad que nunca tendrá, ya que su esposa no pudo volver a concebir después del nacimiento de Sakura, por eso que el único consuelo sería en que su princesita contraiga nupcial con uno de los hijos de su socio más prestigiado de Tokio.

Él se encargaría que su hija tenga un prestigioso apellido, y un adinerado marido como seguro de su futuro un ambicioso futuro; entre sus opciones estaba Sasori o Indra Furukawa, ellos dos son aprobado por Kizashi.

—¿Y bien hablaras? —su voz sonaba áspera, fría que hacía sentir un inevitable vacío en Saku, ella seguía cabizbaja sin responderle agotando la paciencia del hombre que de un golpe ensordecedor hacía la mesada, la hizo sobre saltar en el mismo sitio —Te hice una pregunta no seas irrespetuosa y respondé.

—Padre  —, trago saliva y curvó los labios para armarse de valor y responder a sus exigencias —no te lo estoy faltando, y sí me disculpas se me hace tarde para el instituto.  —sonrió cínica.

—¡Te irás con Indra me oíste! ¡Y de ese don nadie, más te vale qué no te vea o escuché nada sobre él! ¡No voy a permitir que la hija de Kizashi Haruno salga con un muerto de hambre!

—Sí lo conocieras, no pensarías eso porque él es mucho mejor que Sasori, que Indra, que cualquiera.

La voz de aquella pelirosa, era cortante y fría a la vez así como la de su padre, de tal palo tal astilla, aquel palo que al límite de su paciencia quería romperse y corregir a su hija.

—Lo único que queremos es tu bienestar, Indra es tu mejor opción y lo sabes.  —Sakura lo interrumpió cruzándose de brazos —¿Y porqué él?!. —preguntó exaltada.

El patriarca suspiró con pesadez —Porque veo su potencial para que se haga cargo de mis empresas, mis acciones y claro de ti, confío en él.

—Como siempre tus negocios son lo más importantes antes que yo.  —el tono de su voz ya se estába desgarrando y sus ojos al borde de lágrimas —¡No me gusta Sasori, tampoco Indra! ¡Yo quiero a...!

No termino la frase a causa del claxon del automóvil que estába esperando, ella miró sobre sus hombro, en aquella gran ventana mármol blanco, y lo que vio era a un idiota cómodamente en su auto, con el más mínimo interés de bajar e ir por ella.

—De eso quieren que sea esposa.  — señaló con su pulgar hacia donde se encontraba el castaño —Estan locos y muy mal.  — Saku giró para irse pero su padre la tomó bruscamente del brazo ejerciendo fuerza en el —Escúchame mocosa, tú ahora eres menor de edad y mientras vivas en esta casa, vas obedecer mis órdenes al pie de la letra.

—¡Kizashi suelta la!  —el pelirrosa giro su rostro hacía su esposa pero sus gestos no cambiaban en nada — Sakura apresura te Indra debe de estar impaciente, no hay que dejarlo esperar es de mala educación.

Sakura frunció el ceño para después regresar la mirada a su padre y con brusquedad la soltó dejándola en libertad pero con mala gana.

—¡Agg me saca de quicio!. ¡Espero que Indra la haga entrar en cintura y se olvidé de ese tipo!.  —alzó la voz un poco molestó para después pasar su mano sobre su frente—Ella tiene que obedecer y seguir nuestras costumbres.

𝑴𝒓. 𝑫𝒆𝒍𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆 | 𝑺𝒂𝒔𝒖𝑺𝒂𝒌𝒖 𓇢𓆸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora