4 veces en las que Matsuyama intentó hablar con Taro y 1 vez que si lo hizo.
1.
Matsuyama lo vio por primera vez cuando estaba en su jardín. Era un día soleado de verano, él jugaba con su balón o más bien entrenaba porque su objetivo al regresar a clases era entrar al equipo de fútbol.
Entonces un auto llegó a la casa que se encontraba en frente de la suya. De ella bajo un señor y abrió la puerta trasera del coche, de ella bajo un niño de la misma edad que él.
Aquel niño era de tes blanca, su cabello un poco largo y era castaño claro, sus ojos eran grandes y de color avellana. El chico pareció darse cuenta que él lo miraba y lo vio. Matsuyama optó por darle una sonrisa y saludarlo con la mano.
— ¡Hey! — gritó alegre.
El niño le devolvió el gesto un poco torpe y fue corriendo tras su papá.
2.
La segunda vez que lo vio fue en el parque que estaba cerca de su casa. El señor Ichiro estaba sentado pintando un bonito atardecer. El niño, que ahora sabía que se llamaba Taro, jugaba con un balón de fútbol.
Hikaru también había ido al parque a jugar con su pelota. Cuando vio la increíble ejecución de Taro con el esférico quedó impresionado. ¡Quería jugar con él! Lo observó un tiempo más y vio que Taro había hecho un truco y lo quiso imitar, pero no lo logró y su pelota salió volando directo hacia Taro.
El pequeño Misaki sintió un golpe en su cabeza. ¡Era una pelota! El golpe fue duro. La levantó y miró para todos lados, un poco lejos de él estaba un chico, su vecino de en frente.
Matsuyama vio que el niño levantó la pelota, le hizo señas para hacerle saber que la pelota era suya.
— ¡Hey! Disculpa, la pelota es mía. Fue un accidente lo siento. — Hikaru intentó acercarse. A medida que avanzaba vio que el niño retrocedía. Prefirió quedarse parado, pues pensó que el niño le tenía miedo.
— En verdad lo siento, es sólo que te vi hacer ese truco y quise intentarlo, pero salió mal y te golpee y en verdad lo siento, sólo quiero jugar contigo.
Vio que Taro soltó su balón, agarró el suyo y se fue corriendo con su padre que al parecer ya lo esperaba. Ni una sola palabra le dijo a Hikaru.
— Qué extraño, ¿Será que me tiene miedo?
3.
Faltaba una semana para entrar a la escuela. Hikaru estaba más que ansioso por ir. Entrenaba cada vez más y más duro. Todos los días iba al parque para poder entrenar a sus anchas y no limitarse en los escasos metros en el jardín de su casa.
Ese día había ido y para su sorpresa se encontró con Taro, aunque al parecer este ni lo voltea a ver. Desde el día en que lo había golpeado con el balón, Hikaru se preguntaba si en verdad aquel niño le tenía miedo, pues ni una sola mirada le echaba. Los días posteriores a ese accidente Hiakru intentó hablarle, pero Taro se mostraba reacio a contestarle el saludo. Así que dejó de intentarlo.
Antes de ponerse a entrenar le echó una miradita, vio que estaba sentado en el césped leyendo un libro. A lo lejos vio a uno de sus vecinos, la señora Takahashi había sacado a pasear a su perro, un Mastín Tibetano. Era una bola de pelos enorme, traviesa y tosca. Cada vez que se le escapaba a su vecina todos huían; pues ese animal era como un huracán.
Hikaru prefirió estar al pendiente del perro por si hacia algo. Cosa que no tardó mucho, porque a la primera distracción de la señora Takahashi, el perro salió corriendo.
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5+1 Matsuyaki.
FanfictionInspirado en algunas historias Johnlock, sólo que en versión Matsuyaki. No lo se Rick, dependiendo del recibimiento que tenga está historia tal vez la adapte a Tsubasaki o al Misugaki (O sea Misugi x Misaki; aún no se el nombre de ese ship).