"Humbert, tormenta en mi vida, dolor de mis entrañas, pavor mío, pesadilla mía. Humbert Humbert, dos veces el demonio ha tenido que nombrarte. Escuchar tu nombre hacía que mi piel se estremeciera y las náuseas me invadieran, más aún a sabiendas de que no podía escapar de ti, no tenía a dónde ir.
Me llamabas Lolita. Tu Lolita.
Se me retorcían las entrañas cuando mi nombre salía de tu boca, cuando me acercabas a tus brazos y susurrabas «Lolita.»"
Eso rezaba la última página de lo que era mi diario antes de huir de Humbert, pero ¿quién fue Humbert? A simple vista un profesor, un aparente ser inofensivo que llego al hogar donde vivía con mi madre, y que decía necesitar un lugar dónde hospedarse temporalmente. Supe que mi madre se había enamorado de Humbert con tal sólo ver su cara cuando él estaba cerca, como sonreía y apretaba sus manos contra sus rodillas mientras hablaban. Siempre fue una mujer muy amable, aunque con un carácter blando y a simple vista se notaba su interés por aquel hombre.
Me encontraba en el jardín leyendo una de esas revistas de moda y farándula, era un día de verano y parecía un lindo día para ver fotografías de quién era el galán del año. Moría por él, como todas las niñas de mi edad y las -un poco- mayores que yo, cuando escuché a mi madre gritar mi nombre a lo lejos.
Y allí estaba él.
Mi madre lo presentó como el profesor Humbert Humbert, decía que enseñaba poesía francesa, que venía de muy lejos, ni siquiera presté atención a esa parte ya que me causaba gracia el notorio entusiasmo de mi madre al tener al varón en casa. Era un poco más viejo que ella y bastante alto, además. En un principio parecía ser una buena persona.
Cuán equivocada estaba y no lo sabía aún.
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Lolita: El otro lado.
Random"Humbert, tormenta en mi vida, dolor de mis entrañas, pavor mío, pesadilla mía. Humbert Humbert, dos veces el demonio ha tenido que nombrarte. Escuchar tu nombre hacía que mi piel se estremeciera y las náuseas me invadieran, más aún a sabiendas de q...
