Uniforme

1 (única parte)

--Por favor... estoy seguro de que puedo ayudar, o al menos aprender a trabajar como policía-- esas habían sido las palabras del chico de 17 años dirigidas al líder de unidad Cinco-0 Danny Williams, quien no pudo negarse, ya había recibido antes la ayuda del joven Steve, sin mencionar que conoce a su papá, John McGarrett es un gran policía y Danny no tiene dudas de que su hijo algún día llegará a ser un hombre igual o más diestro en este oficio incluso que el mismo John.

Una chica estaba desaparecida, no tenían la menor pista, no solía hablar con extraños, sus padres no son muy extrovertidos y los testigos (compañeros de escuela) aseguran haberla visto subir a un auto con un total desconocido, cosa que no tenía ningún sentido en absoluto.

Steve sabía que la joven (compañera suya) tenía un novio, solo que nadie conocía al chico por que ella ni siquiera había dicho su nombre, pero aquello era un gran indicio, a pesar de dar pie a muchas conclusiones poco alentadoras.

Las horas pasaban de una manera desquiciante, tan lentas y tan rápidas a la vez... Danny sentía que estaba en un error al sentirse reconfortado por tener al chico McGarrett con él, al menos haciendo compañía ya que no podía involucrarlo en este caso como si él castaño fuera un verdadero oficial de la ley, detalle por el cual trataba de no perderlo de vista, por que a pesar de ser un civil y de ser menor de edad, se inmiscuía demasiado en esos asuntos, Danniel lo atribuye a su naturaleza, ya que el jefe John es exactamente igual, incluso mentiría si dijera que no se siente bastante frustrado por este chico de vez en cuando.

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La mañana siguiente cuando el hombre rubio llegó a su oficina en el cuartel se encontró con una sorpresa nada desagradable pero que hizo reaccionar cada fibra de su cuerpo: Steve se encontraba ya en el lugar, portando su uniforme de "explorador" sentado en el suelo leyendo lo que el policía piensa que es el diario personal de la chiquilla desaparecida, cuando el chico levantó la mirada le dedicó una sonrisa tan brillante que el rubio sintió su corazón detenerse por un segundo, esto no era posible... No es natural.

Del cielo sacó temple para sonreírle y saludar sin quedarse sin aliento --¿Qué pasa con ese uniforme Steve?-- dijo en un suspiro pidiendo a los dioses no volver a verlo vistiendo así estando a solas, pero el adolescente no se percató de las reacciones que había ocasionado en el hombre que estaba ahora de pie enfrente suyo, y luego de levantar con su mano el pequeño cuaderno y mirar esos llamativos ojos azules se dispuso a hablar --No importa mi uniforme Danno...-- llamó sin mucho respeto a este hombre con ese diminutivo que cree haberse sacado de la manga y el oficial suspiró sintiéndose frustrado por segunda vez esta mañana --No me llames así, usa mi nombre ¿Quieres?-- pidió mientras una sonrisa de juego se hacía presente en el rostro ajeno, indicando que no obedecería su petición por que había encontrado una manera de molestarlo.

El chico de ojos grises se incorporó ligeramente, no iba a decirlo pero a acabó antes sus prácticas con los exploradores y se escapó para seguir ayudando en el caso, se escabulló en la casa de la víctima y robó su diario. Justo ahora esa libreta la entregó en manos del hombre rubio, abierta en una página en específico --¿Lo ves?-- dijo señalando las líneas escritas --Creo que esta vez me puedes dar algo de crédito por que resolví tu caso...-- expresó con aire presumido ya característico del hijo del jefe de policía.

Danny por su parte había bajado la mirada a las líneas escritas siguiendo las mismas hasta que llegó a la conclusión que Steve parecía tener desde hace mucho rato, o al menos lo presumía

Estoy cansada de esto, papá de nuevo se puso agresivo y mamá no quiere irse, pero el tío Fred estará de visita en Honolulu, y va a cuidarme como lo hacían antes él y la tía Margaret cuando vivíamos en N.Y. espero que mamá no se preocupe demasiado por que seguro que en realidad no le importa mucho