En tu respiración

23 1 0
                                    

La vida al igual que la muerte son solamente ilusiones, no hay ningún motivo de tristeza en ello.

Mientras más lo pienso, más me doy cuenta de lo poco que sabemos de nosotros mismos, de nuestro lugar en el universo.

Al tiempo no le importa si existimos o no. Nuestras pequeñas vidas no valen nada.
La existencia ha respondido a nuestros amargos gritos de dolor, con nada más que indiferencia.

Decidimos creer que el camino que tomaron nuestros padres antes que nosotros es el camino adecuado, la verdad, es que no existe un camino adecuado; no hay un camino.

Tú me enseñaste a pensar así.

Recuerdo que caminábamos descalzos por la pradera, recuerdo el sol, recuerdo el viento, recuerdo cada una de tus palabras, hablabas con una voz muy suave, siempre con la mirada perdida en el horizonte frente a nosotros.
Yo te escuchaba y vivía bajo tu filosofía con una pasión casi religiosa, si la vida no valía para ti, tampoco valía para mí.

Mientras tanto crecimos sin darnos cuenta, desapareciste, me quedé solo y volviste a verme después de catorce años.

Me sorprendió verte caminando sobre la maleza con los pies desnudos como si nunca te hubieras ido, como si no hubieras viajado a la ciudad a hacer tu vida, como si no te hubieras esforzado por entrar en una sociedad que según tú, no te importaba.
Lo primero que hicimos juntos fue recorrer el campo, nunca hablaste de tu vida en la ciudad, luego me enteré que te habías casado, que tu esposa y tu hijo habían muerto en un accidente, que tú te culpabas por eso y que habías regresado para escapar de todo.

A pesar de ello, tu sonrisa seguía siendo la misma, el color de tu cabello aún se tornaba dorado bajo los rayos de sol, seguías siendo tú, el tú que conocía tan bien aún existía, no te imaginas el alivio que sentí en ese momento.

Te quedaste viviendo en mi casa y juntos volvimos a crear recuerdos, como si nunca te hubieras ido. En algún momento llegué a pensar que nuestras vidas continuarían de ese modo, todo era perfecto.

Sin embargo no volviste para siempre, tu estadía aquí era solamente un prólogo del final que habías pensado para ti, solo estabas despidiéndote.

Recordamos juntos nuestros días de juventud, los juegos, las aventuras, las palabras. Todo lo que nunca podré olvidar.

Si la vida y la muerte no son reales, ¿Qué sentido tiene seguir aquí, posponiendo un final que llegará de cualquier manera?

"La vida y la muerte son sólo ilusiones, no hay motivo de tristeza en ello"

Pero si eso es verdad...

Si eso es verdad, ¿Por qué estoy sufriendo tanto? ¡Explícame qué es este dolor en mi pecho! ¡¿Por qué me duele ver tu cuerpo frío yaciente en medio de las flores y los insectos?!

Siempre he vivido bajo tu filosofía, incluso cuando tú mismo te olvidaste de ella, ¿no es cierto?

¡¿Dime porqué me duele verte morir entonces?!
¡¿Por qué me mentiste, cuando dijiste que no duele?!

Pero más importante aún ¿Por qué me abandonaste?
Tú y yo siempre estábamos juntos, siempre.
Desde que salían los primeros rayos del sol, hasta que la luna se encontraba en su punto más alto, te saludaba desde la pequeña ventana de mi habitación y tú respondías desde la tuya en la casa contigua.

Caminábamos sin que nos importara el mundo, entre los animales, entre la paja brava que crecía cerca de allí, entre las ramas de los robustos árboles, paseabamos cerca del arrollo, entre los matorrales, corríamos hasta llegar al río ¡Queríamos alcanzar el sol! Pero el sol siempre ha estado lejos para mí.

Por favor dime que lo recordabas, por favor dime que nunca olvidaste nuestra vida juntos, dime que nunca me olvidaste, porque tú siempre fuiste lo más importante para mí. Incluso cuando te fuiste, soñaba con el día en que te vería de nuevo, convertido en un hombre.

¿Recuerdas aquella vez que me herí la rodilla? Estaba muy asustado, pero tú me ayudaste a ponerme de pie. Dormimos juntos esa noche, la luna llena era muy brillante y el dolor punzante de mi herida me mantenía despierto. Entre sueños me dijiste que no te irías nunca, una sensación de paz vino a mí gracias a esas palabras. Aquella noche pude dormir acunado por el sonido de tu respiración.

En tu respiración encontré el significado del amor por primera vez.

Yo te amaba, lo sigo haciendo aún ahora.

¡Por favor dime algo! ¡Despierta! ¡No te vayas sin avisar de nuevo!

¡¿Tan poco te importo para no decirme que te irás?!
¡¿No entiendes que me duele?!

¡Por favor!

¡Necesito sentir tu respiración de nuevo!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 30, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

En tú respiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora