One shot | Jungkook y tú. ©

Good morning.

Disfrutaba de una brisa madrugadora, de esas frescas que anhelas cuando estás un poco pasado de copas y fumaste hierba.

¿Acaso es solo suerte o es que estoy en el doceavo piso?... Claro, que estúpida... No me culpen, estoy fumada.

Luego de mi descubrimiento de la existencia del aire, se asomó uno nuevo.

- Que blanco ─ dije casi en un hilo de voz - que tan sillón blanco ─ reía. Al cabo de unos segundos me di cuenta de que lo que acaba de decir fue tonto y me reí nuevamente hasta que caí boca abajo sobre una almohadilla.

Al ritmo de la música me levanté y me reincorporé en la posición de indio moviendo el torso con las manos arriba agitandolas en forma de pistola. Quien sabe que carajos estaba bailando, podrían haber estado haciendo un culto o sacrificio donde Ji-min pide juventud eterna para su rostro y un culo parado perpetuo... ¡Ji-min, los chicos!... Me quedé quieta y gire hacía la izquierda, ví la piscina y el largo camino de quince metros que me separaba del lugar, repleto sillones blancos, mesas llenas de copas y charcos de alcohol.

Recorde el momento en el que hicimos o mejor dicho Ho-seok hizo ese alboroto.

***

- Oye, estás rojo, ¿no crees que deberíamos dejar de beber y bailar un poco?
- Pero me encuentro bien ─ hizo una mueca ─ no te preocupes, lo tengo bajo control. Ahora voy a... ─ se levantó del sillón para tomar una botella de la esquina de la mesa y volvió a su lugar ─ servirme una copa, ¿quieres? ─ asentí.

Mi cerebro dejaba de funcionar a medida de que tragaba el trago amargo, ¿Qué estamos bebiendo?

Tenía varias horas sin comer, lo que significaba que mi descajete tomaría vida en un rato, así que dije...

- Creo que tomo esta y voy a bailar, ya estoy mareada ─ le dije casi a los gritos ya que la música había subido el volumen mientras sostenía una de las copas ─ me parece que tú... ─ Ho-seok me miró esforzándose en centrar la mirada.
- Yo... - sonrió.
- Debes dejar de beber por un rato ─ Quise arrebatarle el alcohol pero fue más rápido, increiblemente los ebrios tienen buenos reflejos en el momento que le quieres quitar la botella.

- Ya te dije que estoy bien, mira ─ se puso de pie con la copa que estaba por servir en una mano y la botella en la otra ─ haré el cuatro. Comenzó a maniobrar su equilibrio y ebriedad, lo cuál no era para nada una buena idea.

Y...

Entonces pasó lo que tenía que pasar, Ho-seok perdió el control y soltó la copa junto a la botella, dejandolas caer sobre la mesa provocando un enchastre. Hizo cara de asombro y seguido empezó a mover los brazos como si quisiera volar y cayó hacía atrás viendo su vida pasar. Por suerte cayó en el sillón, me miró y estallamos de la risa.

Y si no fuera por la risa de Jin no hubiéramos notado que se encontraba ahí, lo cuál nos dio gracia y reímos los tres.

- ¿Cuánto llevas ahí? ─ Preguntó Ho-seok.
- Lo suficiente ─ se cubrió la boca entre risas ─ desde el momento que dijiste que tenías todo bajo control ─ rieron ambos.
- Ahora sí ─ dijo Jin llevándose un dedo a la boca ─ Min Yoon-Gi no debe enterarse de esto... y yo no ví nada ─ enfatizando el "yo". Nos miramos los tres por unos segundos y salimos corriendo hacia la pista.
- No entiendo ─ dije entre risas.
- Ah sí... Min Yoon-gi obsequió a Ji-min ese Champagne no recuerdo el porque pero le dije al culon que quería beberla y él me la dio con la condición de que se lo devuelva una igual al día siguiente.
- Creo que no disfrutaste mucho ─ opinó Jin y reímos mientras comenzabamos a bailar.

Ahora todo estaba más claro.

***

Me preguntaba cuánto debía valer esa botella y si Min Yoon-gi ya se había enterado... pobre Ho-seok. En fin, no había nadie de ese lado.