Kanato's outfit para este caso xd de nada gente xd:
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Casi sin quererlo...sin desearlo...me he vuelto vulnerable ante los pensamientos, reacciones y acciones de Azusa...
¿Hay una parte al amar que te hace como una hoja de bizcocho?...¿Es para...siempre?
¿Debe de doler tanto?...
El cementerio estaba como todos los días, tranquilo. El viento pasaba por mis pies y levantaba mi copete apenas...yo abrazaba mis brazos vacíos ante la tumba de mi madre, fue tan fácil para mí aquel día decirle a Yui que yo la maté, una verdad a medias que me trajo una maldición tan pesada como una robusta lámina de mármol. Tomé aire y a pesar de ello mis palabras escaparon cual suspiro.
—Enseñarme...a amar...por favor. — ya no podía abrazarme más a mí mismo. El aroma a muerto dominaba tan fuerte el aire que una tonada comenzó a sonar en mi cabeza, la letra de un coro en forma de espina comenzó a atravesarme el corazón y de la nada simplemente comencé a deshaogarme una vez más apenas junté mis párpados. Dirigí mi canto a la luna, no a la tumba de mi madre.
Minuto de el canto 1:22
🎶Shizuka ni nemuru, anata no kubi ni nokotta akashi Afureta namida no saki ni aru no ga towa no jubaku da toshite mo Ima, kono itooshisa to, setsunasa o mune ni futari nemure...🎶
[🎶Solo duerme que nada te hará daño hoy, de tus heridas no habrá rastro Y si yo fuera a causar tu llanto, si este amor se volviera tu suplicio eterno Entonces tus penas se habrán de perder en mí y lo que siento por ti en mi pecho encerraré...🎶]
Mi voz se cortó temblorosa al final.
Mis desnudos pies dieron un pequeño paso hacia atrás ya que yo, lleno de coraje...prefería sentir la tierra y guijarros entre mis dedos que usar una vez más esos condenados zapatos.
Y de la nada pude saber que...ambos pensamos lo mismo justo antes de que se separara de mí hace un día y medio en mi ventana.
—Kanato-san. — me llamó en susurros, giré la cabeza a mi lado para encontrar a Azusa, suponiendo que a juzgar por los largos segundos que se tardó cuando acabé de cantar, supuse que apenas me vio a la distancia, vino a mí.
—Que sorpresa, ¿Qué haces aquí?
—Sentí que estabas cerca y sólo. — regresé la mirada a la tumba de mi madre.
