A la mañana siguiente me desperte para trabajar como un dia normal, pero mi cuadra se sentia particularmente tranquila tras la muerte de mi detestable vecina. Caminando por los pasillos del hospital la primera persona que me cruce fue a Alejandro, un compañero de trabajo realmente desagradable. Siempre fui rapido para odiar a alguien, pero el aura de soberbia que irradia este hombre hace que todas las celulas de mi cuerpo tiemblen en rabia.
_Che, hace tres dias que tenes esa mancha de cafe en el saco, ¿no lo vas a lavar? Jajaja
Dijo Alejandro mientras me miraba con la clasica media sonrisa que caracteriza su soberbia.
_jaja, eventualmente lo voy a lavar
Y con esa falsa simpatia me retire de la conversación.
Las horas pasaron y justo cuando estaba por retirarme del hospital y volver a mi casa, abri la puerta de mi oficina y me encontre con una perturbadora imagen. Alejandro yacia apoyado sobre la pared, muerto. Alguien le habia cortado extirpado el interior de los brazos a travez de las axilas, dejando la piel colgando sin relleno y luego procedio a cortarle el cuello. Mi primer instinto fue el de llamar a la policia, y por supuesto fue lo que hice.
Primero asesinan a mi vecina y luego a mi compañero, podria ser casualidad, pero siento que estos casos tienen algun tipo de conexion.