inhumano (ls)

Capítulo 15

》When you say you love me
Know I love you more
And when you say you need me
Know I need you more
Boy I adore, you
I adore, you《

MileyC.

...

—Necesito que me den resultados —dijo, mirando por la ventana hacia la calle, donde las personas pasaban a pie, en autos, hablando abstraídas en sus propios mundos, ajenas a los planes que otros con poder pueden urdir para afectarlas—. ¿De qué me ha servido tener a ese loco matando insectos si el bastardo y el princesito siguen vivos?

Ignorando el tono y las expresiones de desagrado de la mujer, continuó impasible, moviendo los dedos sobre la mesa y conectando su mirada con los fríos ojos grises al otro lado del salón, pertenecientes a la tercera persona presente en la discusión; le indicó con un gesto apenas perceptible de la cabeza que lo mejor era dejarla hablar a ella por ahora.

—Y esa putita tuya —miró con fastidio—. ¿Estás seguro de que no continúa en contacto con Mark?

El de ojos grises se abstuvo de rodar los ojos, por conveniencia, antes de responder. —Ella hizo y dijo lo que debía. Consiguió lo que necesitábamos.

—Querrás decir lo que tu necesitabas —le aclaró, en tono enfadado—. No pienses que soy una idiota. Me uní a ustedes por un único propósito, y han pasado tres años de nada, por el contrario, apenas y he logrado sacar del lodo el apellido de mi familia y la integridad moral de mi marido.

—Tiene un marido que está obsesionado por uno de sus hijos, se aseguró un trabajo muy largo para proteger la moral de una basura así —comentó al fin, cansado de la conversación y haciendo caso omiso de las miradas furiosas de ella—. Le recuerdo, señora, que cuando acordamos trabajar como un grupo, personalmente le expuse el tiempo y la dedicación que implica terminar con un enemigo tan poderoso como lo es Mark Tomlinson. Por ahora, su peón más peligroso está en nuestras filas, voluntaria y fielmente dedicado, creyendo en nuestra palabra y eliminando esos molestos insectos de su camino.

Ella caminó por el salón, haciendo sonar sus tacones contra el impecable suelo de madera. Se inclinó sobre la mesa, acercando sus rostros para hablar muy bajo y mordaz.

—Ese niño, el tal Adam, el princesito, consiguió evadir cada una de las noticias y comentarios que levanté en contra de su sucia condición —entrecerró los ojos—. También, logró que el club que necesitábamos cerrar, volviera a inaugurarse en poco tiempo, con buena recepción por parte del público, además, estoy segura de que él tiene que ver con las adquisiciones que ha hecho Mark tan fácilmente en esta maldita ciudad. Y para aumentar mis sentimientos por él, le robó el novio a mi hija, que ha sido objeto de burla por la vergüenza —se enderezó y acomodó su cabello, mirándose contra el cristal oscuro del ventanal—. Quiero ese tesoro destruído, al bastardo muerto y a Mark rogando mi ayuda cuando esté al borde de la miseria. Les repito, señores: Ustedes tienen que darme resultados —levantó su celular y murmuró "entra".

Un hombre ingresó en el salón, vestido por completo de negro con excepción de un beanie rojo, con una pequeña corona bordada en el frente junto a las letras SCU. Él nunca levantó la mirada del suelo, dejó un sobre café sobre la mesa, asintió con la cabeza en señal de respeto y luego volvió a salir.

— ¿Qué mierda es eso? —preguntó Austin con brusquedad.

—Esto, querido, es una muestra de los alcances de ese princesito que ustedes no han logrado conseguir para mi —sonrió con elegancia, brevemente y con malicia—. Da la casualidad que durante el último año hombres mayores, importantes de todo el país, están siendo secuestrados y a veces sus cuerpos asesinados aparecen en sitios cercanos a esta ciudad —se giró a mirarlos a ambos, completamente seria—. Adivinen, hombres listos, ¿quién puede ser nuestro astuto caballo, saltando de aquí para allá en el país, ejecutando piezas clave en el tablero?