Entré a segunda hora. Empezaba bien el último año de instituto.
-¿Pero que te ha pasado? ¿ Y por que has llegado tarde? El profesor te ha empezado a tener manía.- Me decía Julia. Era la única persona que conocía de la clase, mi compañera de mesa, y a su vez, una de mis mejores amigas.
- A ver... ¿te acuerdas lo que te dije hace tiempo, de que toda mi familia al llegar a cierta edad, no paraba de tener mala suerte, hasta que no pasaba algo específico que cortaba esa racha de mala suerte?
-Si...- Me contestó
-Pues... se ve que he llegado a esa edad.- Expliqué cabizbaja, esa era la conclusión a la que había llegado mientras que estaba a la intemperie, esperando a que el conserje volviera a abrir la puerta para entrar a la segunda hora.
Julia no respondió, solo rodo los ojos pensando en que era una exagerada.
Fuimos juntas hasta el aula de la segunda hora, y nos sentamos en las sillas.
-Ag, pero... ¿qué es esto?- Me levanté de la silla, y vi a esa pequeña molestia pegada en mi trasero... un asqueroso chicle...
-No, si al final va a ser verdad lo que me dices...- Respondió Julia ante la situación allí ocurrida.
El resto del dia ocurrió... con incidencias, pero menores, cosas que parecian suceder más por torpeza, que por infortunios, como que se me cayeran todos los papeles de la carpeta, o que se me explotaran tres bolis encima de los apuntes que estaba tomando de como iba a ser el curso. Hasta que llegó la última hora, donde teniamos tutoria.
-Entren, por favor.- Pidió la profesora que ya estaba en el aula donde nos tocaba.
Entrando al aula, me tropecé con la pata de unas de las mesas, la mochila que llevaba en la espalda no ayudó, e hizo que saliera rodando hasta que convenientemente llegué a mi asiento. Conforme estaba, me levanté, me quite el polvo, dije: "buenas tardes profesora, y compañeros" con la cabeza alta, y me senté en mi asiento.
Todos susurraban por lo bajo, hasta que la profesora carraspeó.
-Bien, una vez dado el espectaculo.- Empezó, mirandome con desprecio- Os quiero informar sobre la fiesta de fin de curso, y los delegados.
Nos explicó sobre la fiesta, algo que debia de ser grandioso, la cual seria organizada por los delegados de cada clase, y comenzó la elección se delegado.
Todos eramos participes, y ganaba quien mas votos tuviera en la clase. Esperaba y rezaba por no ganar, ya que era la primera vez que me tocaba con esos compañeros, debido a que simpre me habia tocado con los que habia ido desde infantil, y, o bien por cambios de estudios, o por reaprobar el curso, no habia podido ir con ellos en el último año, y las últimas supervivientes habiamos sido Julia y yo, aunque ella tenía amigos en dicha clase. Pero, para mi sorpresa, salí yo como delegada, y con más de la mitad de los votos de clase.
-No me lo explico.-Le dije a Julia.
-Yo sí.- Me mostró a escondidas su móvil, y uno de sus amigos de clase le había dicho por mensaje, que un tal "Mateo" me había hecho una foto en el momento de la caida, y la había mandado al resto de los de clase por mensaje privado para que me votaran, dando mi nombre, para que saliera "la delegada mas patosa de todos los tiempos"
-¿Quien es ese Mateo?- Le pregunte, y ella me señaló a un chico que estaba en la parte de atrás de la clase. El me miró y me sonrió con crueldad.
ESTÁS LEYENDO
Hey, soy yo, Murphy.
ComédiePues a ver como os cuento... me llamo Alexa Murphy, y no, no soy el asistente nuevo de Amazón. Soy una chica de diecisete años, demasiado patosa que sin duda, le hace honor a su apellido: "Si algo me puede salir mal, saldrá mal." . . . Portada de:...