Era un día de primavera cuando mi hermana, que trabajaba como Crupier*, me ofreció un trabajo en un tiempo parcial, en un lugar donde grandes personalidades iban a pasar el rato. Aquel edificio que brillaba por las noches, siendo pasarela de los automóviles más lujosos y costosos del mundo.
Su mejor amigo, un chico de piel pálida, ojos verde esmeralda, cabello rubio con toques castaño, y esa pequeña barba que lo hacía lucir elegante; era un gran aficionado a las apuestas, desde hace años, él fue quien le proporcionó aquel trabajo en el gran casino, "Osbnyak Nikiforova" o en otras palabras, "La mansión Nikiforov".
Aquel casino donde la familia de plata, eran adorados por su elegancia y amabilidad. Gracias a mi hermana pude conocerlos. Al aceptar el trabajo de Crupier, me solicitaron al día siguiente, estaba muy nervioso. Al llegar con mi hermana, quien durante el camino me contó que ganaría muchísimo dinero sin hacer mucho esfuerzo. Cosa que me pareció demasiado curioso, ya que el trabajo de un Crupier no es fácil. Tienes que tener una memoria numérica increíble al igual que la concentración, un error mínimo y quedas despedido.
Entramos a las elegantes instalaciones y, ¡Wow! Era impresionante, no se como describir este lugar, ¡Era enorme! En lo que parecía ser la sala de recepción habían pequeños jardines con una decoración florar bastante elegante, exquisita. En el centro de la recepción estaba decorada por una fuente de cristal bellísima, en la cual estaba abierta por los costados donde ahí abría un camino de agua pura y sobre esos "pequeños" pasillos habían unos dos puentes para poder cruzar al gran escritorio de recepción, el cual estaba echo de mármol blanco liso.
Hacía juego perfecto con el piso que estaba echo de epóxico porcelanato de color blanco. Dios, de solo recordar aquel lugar mi piel se eriza y no puedo evitar pensar que ese lugar es más bello que el casino de Montecarlo. ¡Inclusive las recepcionistas eran elegante! Recuerdo que mi hermana al registrarnos, me dijo que cerrara la boca, si no mi saliva iba a ensuciar el carísimo suelo.
Nos dirigimos a los vestidores correspondientes y observando mi "uniforme" con la boca abierta, ¡Mi uniforme era un esmoquin "Empirio armani"! Por lo que mi padre contaba, aquellos trajes carísimos estaban confeccionados con pura lana virgen. Trague saliva y mirando a mi alrededor, note como mis compañeros se colocaban los trajes sin problemas, entonces esto no era un chiste. Comencé a quitarme mi ropa con vergüenza para tomar la suave camisa con mis manos, estaba gritando en mi interior, era una camisa de corte ajustado, con un cuello clásico de un color blanco como la perla más hermosa e increíble de todo el océano, y yo estaba feliz. Al abrocharme la camisa tome los pantalones y comencé a meter uno de mis pies, seguido por el otro; abroche el botón y subiendo la cremallera me mire en el espejo, ese no era yo. Además por el pantalón ajustado se veía más mi trasero.
Quede tan atontado por mi figura que no note cuando mis compañeros comenzaron a salir de la habitación. Al percatarme, rápidamente me coloqué los zapatos negros y amarrando mis agujetas salí corriendo, claro, tomando antes la chaqueta. Al salir mire a mi hermana quien me esperaba con sus brazos cruzados, luciendo un hermoso vestido negro, corto; las mangas de la prenda están semi cortas, llegando hasta la mitad de su brazo el cual en esa parte se veía leve su piel, ya que estaba hecha con tela transparente con pequeñas bolitas que caían de su manga. El cuello del vestido dejaba ver el suave e hidratante piel de mi hermana, gracias al cuello "V"del vestido el cual era transparente. Se veía bellísima,
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El florista y el mafioso (Victuuri)
FanfictionEn el mundo de la mafia, es importante no meter a la gente que amas a esta red de dolor y muerte. Sufrirás. Pero, para mi líder Victor Nikiforov el verdadero sufrimiento que pasaba era no poder tener aquel chico de piel pálida, ojos color avellana...