Primer Amanecer

87 8 5
                                    

Ella

-¿Que pasa aquí?¿Que es todo esto?- Mi madre se apresuro a hacerme estas preguntas, se le notaba preocupada y su expresión me daba a entender que estaba asustada, una  gota de sudor le resbalaba por la frente hasta llegarle a la mejilla.

No me dió tiempo a contestar. Derrepente la puerta se abrió de un portazo dando un fuerte golpe contra la parez que resono en toda la habitación, pero alli no habia nadie, en la habitación solo estabamos mi madre y yo. Una neblina verdosa empezo a entrar por la puerta y pronto lleno el pequeño hall de mi casa, de manera que no podía ver nada que estuviera a mas de dos centimetros de mis ojos. Poco a poco la niebla se fué desvaneciendo, pero cuando miré hacia el lugar donde se encontraba depie mi madre antes de que la niebla invadiera la habitación, ya no estaba allí. Salí corriendo de casa intendo localizarla fuera, no había rastro de ella, rompí en llanto y caí al suelo sobre mis rodillas, las lagrimas me invadieron los ojos, y no pude evitar llamarla a gritos. Se la habían llevado.

                                                                                        ***

Él

Yo estaba tomando una taza de café y unas magdalenas, cuando escuche un fuerte golpe que venía del otro lado de la plaza, enseguida salí a fuera. Pude obserbar como una pequeña casa, que se encontraba a unos veinte metros enfrente de la mía, se llenaba de una neblina verde que salía poco a poco por la puerta y las ventanas. Cuando hubo desaparecido pude ver a una joven que salía corriendo de su casa llorando y gritando:

"¡¡Mamá!!¡¡Mamá!!"

Me acerqué a ella cuidadosamente, aun así creo que la asusté un poco. Me la quede mirando, no sabía muy bien lo que le habia pasado, solo sabía que estaba muy triste, se le notaba en la cara, bueno, eso, y que la había visto llorando. Una solitaria lágrima se deslizaba por su mejilla. Era guapa, tenía unos ojos verdes profundos, pero tristes, traumatizados.

-¿Por qué me miras así?- Preguntó entre sollozos.

- Por que eres guapa. Me gusta mirar a las personas guapas, y hace ya tiempo que decidí no privarme de hacer las sencillas cosas que me gustan de la vida.- Dije sinceramente intentando ser amable.- Bueno, y tambien te has puesto a llorar y a gritar en medio de la plaza.

Sonrió ligeramente y volvió a bajar la cabeza.

-Gracias, supongo...- Dijo todavía mirando hacia el suelo.- Se han llevado a mi madre, esa niebla..., cuando se desvaneció, ella ya no estaba...

-Lo siento.

Hubo un silencio algo incomodo, y después dije:

-Te ayudaré a encontrar a tu madre.

-¿De verdad lo harías? ¿Por qué?

-Porque sé lo que es perder a una madre...

-Oh... Lo siento.

-Oye... ya que ahora estás sola en casa, ¿Te gustaría desayunar mañana en mi casa?-Dije un poco nervioso.- Si quieres te espero a partir de las 9.00 a.m.

-Claro... Me encantaría.-Dijo sonriendo.- Pasare sobre las 9.30.

-Perfecto.

                                                                                         ***

Ella

Todavía estaba arrodillada en el suelo cuando se acercó a mi un joven que venía de una casa de enfrente. Cuando lo vi me asusté un poco, creo que se dió cuenta porque retrocedió un par de pasos. Era alto, me sacaría mas o menos media cabeza, y ademas yo estaba arrodillada, asi que tuve que mirar hacia arriba para verle la cara. Se me quedo mirando unos instantes.

-¿Por que miras así?- Pregunté todavía con las lagrimas en los ojos.

-Porque eres guapa. Me gusta mirar a las personas guapas, y hace ya tiempo que decidi no privarme de hacer las sencillas cosas que me hacen feliz de la vida.- Dijo esbozando una sonrisa en su rostro- Bueno, y también te has puesto a llorar y a gritar en medio de la plaza.

Intenté devolverle la sonrisa y volví a bajar la cabeza.

-Gracias, supongo...- Dije mas bajo de lo que me habria gustado.- Se han llevado a mi madre, esa niebla..., cuando se desvaneció, ella ya no estaba...

-Lo siento.

Durante un minuto hubo silencio, y después me dijo:

-Te ayudaré a encontrar a tu madre.

-¿De verdad lo harías? ¿Por qué?

-Porque sé lo que es perder a una madre...

-Oh... Lo siento.

-Oye... ya que ahora estás sola en casa, ¿Te gustaría desayunar mañana en mi casa?-Dijo pidiendome lo que a mi me pareció una cita.- Si quieres te espero a partir de las 9.00 a.m.

-Claro... Me encantaría.-Dije intentando ocultar mi alegria por la invitación.- Pasare sobre las 9.30.

-Perfecto.

3 AmaneceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora