CapÍtulo II

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Una nueva luna de sangre era motivo de celebración para todos los Creepypastas, pues cada tantos años en que la Luna Roja llegaba, traía consigo a mas descendientes. Desde que Circe regreso al lado de su marido y de su hijo, en la siguiente luna roja que llego dio a luz a la pequeña Lilith.

Tanto ella como Dreiven eran muy unidos, pero no crean que no hubo estos años una que otra pelea entre hermanos. También, una Luna Roja bendijo a Laughing Jack y Laughing Jill con la llegada de la 2da integrante de la familia: Laughing Fair.

Papa Grande y Anesthesia tampoco se quedaron atrás, la pequeña Mallory era una viva imagen de su madre, no obstante, la relación con su hermana Marie casi siempre era algo...tensa. Por otro lado, en la familia The Killer, Eyeless Jack y Nina no se quedaron atrás, trayendo al mundo a Nack y Kikki the Killer, las cuales, adoraban fastidiar a su hermano mayor.

Después estaban Kage, el 2do hijo de Kagekao y Suicide Sadie y Annie, la 2da hija del Dr.Smiley y Nurse Anne. A pesar de que la mayoría aun eran unas niñas, rápidamente consiguieron dominar sus habilidades e integrarse al grupo de sus respectivos hermanos y hermanas mayores.


—Eso es Lilith, ya casi lo logras—le sonrió Dreiven a su hermana mientras la ayudaba a practicar vuelo, ya que aún no lo dominaba bien del todo.

—Aunque practique y practique no lo logro—sollozo haciendo berrinche la pequeña Lilith.

—No te desanimes, muy pronto podrás hacerlo...además, yo tampoco pude a tu edad...así que, sigue esforzándote—dicho y hecho le acarició la cabeza.


Lilith sonrió, pero su sonrisa se desvaneció en seguida y sus ojos en seguida mostraron un vacío, para Dreiven y sus padres, eso solo significaba una cosa: la pequeña estaba teniendo una visión. Si, lo que escucharon, a pesar que a simple vista, parecía que la niña era idéntica a su padre y hermano, en cuanto a poderes, poseía todos los de su madre.

Rápidamente se bajó de los brazos de su hermana y corrió hasta la ventana seguida de su hermano mayor. Afuera, pudieron divisar una niña, de más o menos la misma edad que la hija de Zalgo, quien tenía como una especie de bola de vidrio entre sus manos.


"¿Quién es esa?" pensó Dreiven.


Afuera, aquella niña misteriosa tenia su mirada fija en las ventanas, viendo como todos los creepypastas y sus hijos se iban reuniendo en ellas para observarla. Centro su vista solo en una de ellas, donde se hallaba nada mas y nada menos que los hijos del circo creepy y los reflejo en su bola de vidrio...empezando a cantar.



Bienvenido al mundo de los muertos

Ahora dormiremos por la eternidad

No despiertes nunca, te lo ruego

No me dejes sola por la eternidad.

Me has dejado sola entre los muertos

La obscuridad me está consumiendo

Creepypastas Descendants 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora