Epílogo

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—Mhm, Taehyung —Jungkook gimió al sentir cómo los dedos de su—nuevamente—novio masajeaban su próstata —Bebé voy- ¡Oh!

—¿Vas a correrte, nene? —Taehyung preguntó, ronroneando cerca de su oído y sin dejar de mover los dedos —Vamos, correte para mí, bebé.

—Tae- ¡ah! —jadeó —Yo no- no quiero- yo-

—¿Qué es lo que quieres? —el azabache preguntó, hundiendo sus dedos con fuerza dentro de Jungkook, logrando un sonoro gemido de parte del castaño —Usa tus palabras, Jungkook. No puedo saber qué quieres si no me lo dices.

—¡Quiero tu polla, joder! —Jungkook gimió —Dios, por favor yo- ¡Taehyung, por favor!

El pelinegro sonrió engreído, retiró sus dedos del interior de su chico y giró a Jungkook de forma brusca, levantando sus caderas y obligándolo a ponerse sobre sus rodillas.

—Sabes que vivo para concederte todo lo que quieras —Taehyung se inclinó sobre la espalda arqueada de Jungkook, besando y mordiendo su cuello —, sólo tienes que pedir y lo tendrás.

Jungkook se aferró a las sábanas cuando la caliente lengua de Taehyung pasó por su entrada, lamiendo con entusiasmo mientras él gemía una y otra vez el nombre del ojimarrón. Jungkook giró ligeramente para tomar a Taehyung del cabello y obligarlo a hundir su rostro en él. Gimió cuando la lengua experta atravesó el primer anillo de músculos y empezó a follarlo con maestría.

—¡Taeee!

El pelinegro se retiró y sin esperar a que Jungkook lo notase hundió su pene en el lubricado agujero de una sola estocada. Jungkook enterró su rostro en las sábanas y arqueó más la espalda, dandole a Taehyung una de las imágenes más eróticas que había visto. El chico estaba perdidamente enamorado de Jungkook y su cuerpo, los fuertes músculos de su espalda y la curvatura de su trasero eran sus favoritos. Colocó sus manos en las caderas del menor, posicionando sus pulgares en aquellos dos agujeritos que se formaban al final de su espalda—que tanto le encantaban—y empezó a golpear sin piedad. Dentro y fuera, Taehyung se condujo como sabía que le gustaba a su niño, rápido y profundo. Ninguno de los dos iba a durar mucho, gracias a los juegos previos que habían tenido, por lo que cubriendo el cuerpo sudado de su hermoso novio, Taehyung tomó el pene de Jungkook y empezó a acariciarlo al ritmo de sus embestidas. Un par de golpes más y el azabache se derramó dentro de su chico a la vez que Jungkook gritaba y se corría sobre las sábanas.

—¡Oh Dios, sí! —Jungkook gimió dejándose caer por completo sobre la cama y las desastrosas sábanas.

Taehyung quedó de rodillas detrás de él, jadeante y satisfecho. Acarició la espalda del castaño, hundió su índice en la sensible entrada, sintiendo su caliente semilla. Se acercó a Jungkook y llevó el mismo dedo a los hinchados, rojos labios. El castaño sonrió y chupó el dedo, gimiendo al sentir el sabor de su chico.

—Eres increíble —Taehyung susurró, mirando con adoración al único dueño de su corazón.

—Eso ya lo sé, mi amor —Jungkook respondió aun jadeante —Soy hermoso también.

—Y muy humilde, bebé —Taehyung rió antes de acercarse para besarlo lenta y sensualmente.

La luz del sol se colaba por las ventanas de la blanca habitación de su nuevo departamento, haciendo que la piel de Jungkook brillara con intensidad y se viera precioso ante sus ojos. Habían pasado dos meses desde que ellos volvieron a verse, dos meses desde que Taehyung salió de prisión y ellos estaban en alguna especie de etapa, la de "Luna de Miel" había dicho Yoongi; follando como conejos cada día de su vida, Taehyung le decía "recuperar el tiempo perdido".

El malo 『 Kth +Jjk 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora