Año Nuevo ➳ JOERICK OS

Única Parte.

Erick odia a Joel. Joel odia a Erick.
Erick quiere arrancar todas las bandanas de la cabeza de Joel y quemarlas. Joel quiere estrellar la guitarra de Erick contra la pared. Erick quiere cortar los ridículos rizos de Joel. Joel quiere arrancar los feos ojos de Erick y hervirlos en agua. Erick quiere romper todos los anillos de Joel. Joel quiere tirar a la basura los estúpidos libros viejos de Erick. Erick quiere matar a Joel. Joel quiere matar a Erick.

Erick y Joel en verdad se odian.

***

10:35 pm.

Erick gira sus ojos al oír a Joel entrando en la habitación, tecleando sobre su celular.

Él estaba tranquilamente leyendo un libro y escuchando música para que ese estúpido llegue a ponerlo de mal humor.

Ese es el efecto que Joel causa en Erick. Mal humor.

No lo soporta y sabe que Joel tampoco lo soporta a él.

Siempre se han odiado.

Desde el día en que se conocieron hasta hoy ese sentimiento no ha cambiado. Siempre ha sido así.

—Pensé que llegarías más tarde. Es año nuevo y me sorprende que no estés de fiesta a estas horas —comenta. Joel alza una ceja al oírlo.

—¿A caso sabes de mis horarios, inútil? —Erick cierra sus ojos, controlándose por no tomar su almohada y lanzársela al chico.

—No, pero digo, eres Mr. Popular, ¿Entonces qué mierda haces aquí?

—¡Es mi habitación también. Tengo derecho a estar aquí, enano!

Erick se levanta de su cama y se coloca enfrente del mayor, mirándolo fijamente a los ojos, alzando su cabeza para hacerlo.

—Te he dicho millones de veces que no me digas enano.

Joel le muestra una sonrisa burlona antes de cruzarse de brazos.

—Digo lo que veo. Eres un enano.

—¡No lo soy!

—¿Entonces por qué tienes que alzar la cabeza para mirarme? —Erick gruñe y Joel puede jurar que lució como un gatito, obviamente no lo va a admitir. Los gatitos son tiernos. Erick no.

—El problema eres tú que mides como dos metros.

—¿Yo mido dos metros? ¡Deberías decirle eso al estúpido de tu mejor amigo. Él sí mide dos metros!

—No te metas con Zabdiel.

—Que lindo, defendiendo al novio —se burla—. Siempre has sido un marica.

—No hay nada de malo en ser homosexual, estúpido.

—Yo no digo que haya algo de malo. Ni siquiera tengo problema con las personas homosexuales. El problema es contigo, me das náuseas —responde, sus facciones son serias y sin una pizca de diversión esta vez.

—Entonces estamos iguales porque tú también me das náuseas.

—Me importa una mierda así como tú —el rizado se dirige hacia su cama y se acuesta, viendo su celular. Erick solamente puede girar los ojos una vez más y se dirige hasta su propia cama, tomando su libro para continuar leyendo en la parte dónde se quedó—. Y si tanta curiosidad tienes, sí, iré a una fiesta en unos minutos —Erick sonríe.