Prólogo.

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Alguien me dijo en una ocasión que muchas veces, la mejor manera de saber quiénes somos es intentar saber cómo nos ven los demás.

Tal vez no entendí el verdadero significado de esas palabras en su momento, pero... ahora me parecen una tremenda estúpidez.

Como consejo: jamás intentes dar consejos a niños con trabalenguas si no estás conciente de los efectos que desencadenarán a futuro... Podrías hundirlos en el fago como lo hicieron conmigo.

Me pregunto si hay alguien en el mundo que me entienda, que en algún punto de la vida se haya sentido como me siento en este momente... como siempre me he sentido. Así que dime, ¿alguna vez te has preguntado si lo que haces es correcto, si las decisiones que tomas son las adecuadas?

Ese momento en el que no importa lo que hagas, cuanto te esfuerces, todo lo que haces no vale la pena, no sirve, es inútil... Tal vez sólo para tí mismo.

Cundo llega el momento de tomar una decisión, y eliges la que crees más correcta, pero recibes reproches y reprobación de parte de las personas que te rodean. Te equivocate... de nuevo. ¿Alguna vez has tenido ese sentimiento de querer mejorar y agradarle a los demás, pero terminadas arruinando todo?

Te sientes frustrado, ¿verdad?

Así me siento, frustrado.

Te esfuerzas para hacer lo que los demás creen que es lo mejor para ti, haciendote perder tu esencia personal. Te vuelves una marioneta sin alma que solamente está para complacer a los demás, una coraza vacía por dentro para ser la persona perfecta a sus ojos y crees que no debes cometer un solo error, te aterra el fracaso... Te vuelves falso y ya no eres más tú mismo.

Al dar un paso piensas las cosas mil veces antes de hacerlas y tus manos tiemblan y sudan cuando decides hacerlas mientras tu corazón palpita frenéticamente con la intensión de salir de tu pecho porque temes que no sea lo correcto, que no termine bien, que lo hagas mal, que no le agrade a esa persona y que lo termines arruinando todo con el error más estúpido...

Je. En tu mente está grabada la desaprobación y el miedo al rechazo, te preguntas si está bien, si a los demás les va a agradar... Temes cometer un error, temes hacerlo de nuevo porque te volviste inseguro de ti mismo y tu autoestima está por los suelos como un chicle pegajoso que se aferra a las suelas de los demás... te sientes rechazado y quieres encajar y por eso quieres... No, DEBES hacer las cosas perfectamente...

Caminas por el mundo sintiéndote sólo porque esas personas a la que quieres complacer sólo muestran indiferencia ante ti... O eso es lo que ves. Tu corazón se estruja, tus ojos arden con lágrimas buscando salida... La salida que les niegas continuamente y sientes un nudo en la garganta que te desgarra por dentro y te impide respirar con normalidad. Ese nudo no es más grito de desesperación luchando por liberarse, pero solamente puedes tragarlo de vuelta, esconderlo en lo más profundo de tu ser, cómo siempre lo has hecho, empujando todo en ese oscuro y profundo poso dónde encadenáste tus sentimientos con doble candado temiendo que salgan a la luz...

Aunque sea lo que más deseas... que salgan.

Pero al final... lo único que logras hacer es respirar con fuerza, obligar tus lágrimas a esconderse, no la necesitas... No las quieres. Tragas el nudo en tu garganta junto a las palabras de reproche que algien te ha lanzado maliciosamente con intensión de herirte (o es alguien reprendiendote "para que mejores" sin saber que pueden herirte) y lo logran, te hieren..., levantas la cabeza y sonríes, esa sonrisa falsa que has mejorado con los años, esa sonrisa que te sale natural y que es capaz de engañar a todos. La muestras sin demostrar debilidad mientras respondes automáticamente: "Entiendo, tienes razón... Siempre la tienes", mientras por dentro todo es un caos, quieres correr, huir de todo, del mundo...

Buscas esconderte dónde nadie te vea, no quieres que vean tu debilidad y deseas fervientemente desaparecer mientras tus manos pican por golpear algo y tus ojos se vuelven rojos de la desesperación, tu garganta duele aguantando tu llanto y deseas estar solo para poder desahogarte, para gritar y llorar... Pero no puedes...

No puedes porque eres orgulloso y no quieres ser débil, quieres demostrar que vales, quieres sentirte importante y querido... Y tampoco puedes porque ves a esa persona a tu lado, esa persona despreocupada que sonrie con calidez y esperanza, esa persona a la que tanto envidias porque todo esta bien de su lado.

Tu mejor amigo, tu mejor amiga, tu pareja sentimental, tu padre, tu madre... Tu hermano.

Logras ver cómo esa persona hace amigos sin ningún esfuerzo como es un imán para las personas, como todo el mundo adora a ese alguien, sonries con amargura porque te gustaría ser esa persona... Sientes que todo le es fácil, por lo que constantemente te preguntas: "¿Cómo lo hace?". Te es frustrante porque no puedes ser igual de relajado, amigable y abierto con los demas, te asusta serlo.

Y esa persona te mantiene en un constante conflico porque le admiras, le envidias, le amas y a la vez le odias. Te mantienes en conflicto porque cada vez que le ves deseas golperle hasta la muerte, pero no quieres hacerle daño porque no te atreves, tu mente es un caos, tu corazón un desastre, buscas distraerte, y alejarte por lo que obtienes pasatiempos, prácticas algo... Nada funciona así que buscas una salida y no la encuentras... Deseas morir...

Morir...

Más de una vez la palabra muerte suena atractiva a tus oídos porque sientes que todo lo que tocas lo destruyes, eres un destructor... pero eres demasiado cobarde, y sigues pensando en quienes te rodean, te preguntas si llorarán por ti, y sonríes porque de ser así ellos realmente te quisieron, pero luego piensas en la desaprobación de ellos y no te atreves... Así pasas todos los días creando escenarios imposibles en tu mente, tu imaginación se vuelve tu aliada y te haces esa pregunta:

¿Que pasaría si..?

Pero tus decisiones ya están tomadas y los resultados ya fueron planteados... Odias el mundo, la vida, ya no te importa nada... Te preguntas a que deidad ofendiste... Te enzañas con Dios... ¿Porque Él existe, verdad?

No tienes respuesta, nunca la tienes y llegas a un punto de ruptura en que esas malditas lágrimas te traicionan y salen sin control cuando llegas al límite, pero no te avisan cuando, en ocasiones ni te enteras y esa persona te pregunta: "¿Estás bien?" Y tu simplemente le gritas, le ignoras o le vez como si fuera un idiota sin remedio... Obviamente no estas bien, necesitas un abrazo, pero no sabes cómo decir que sí, esperas desahogarte con alguien a quien decirle tus conflictos... Pero eso sería fastidioso... Así que decides qué no vale la pena seguir sufriendo y te repites que no tienes que agradarle a nadie, te vuelves solitario, silencioso, tus ojos se vuelven vacíos y llenos de desilusión que te alejas de los demás o los alejas con palabras duras para ya no sentir esos feos y malos sentimientos...

Es horrible sentirse así, per así me siento.

Así me he sentido siempre, viviendo a tu sombra... Rin.

Te amo... Pero también te odio. Te envidio, cada vez que te veo sonreír tus ojos se vuelven cálidos, rebosantes de alegría y esperanzas que siento como si refrescara mi atormentada alma, quiero ser más como tú, quiero no tener preocupaciones, ¿realmente quería ser exorcista? Deseo ser normal.

No quiero morir, le temo a la muerte, porque soy cobarde, siempre lo he sido, no soy valiente como tu, no se como interactuar como tu... No soy tu... No quiero morir y que llores por mi porque se que me amas... ¿Me amas, Rin?

Sólo se que te hago sufrir, sólo deseo protegerte, pero lo hago mal, todo lo hago mal, soy un inútil y un débil...

Pero...

Descubrí que es imposible proteger lo que no quiere ser protegido...

Sólo logro lastimarte y hacerte más daño.

...

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2020 ⏰

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