16. Madrugar

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—Yoon, despierta —JeongGuk acarició la mejilla del mayor con el pulgar, pasándolo por la comisura de sus finos labios y retirando el resto de saliva que bajaba por este. El pálido frunció el ceño, aún en sueños, removiéndose y dándole la espalda.

JeongGuk seguía sin rendirse, pasó una pierna sobre la cintura del mayor, quedando sobre él y comenzando a pellizcar su costado, haciendo que se retorciera entre risitas.

—Quita, idiota... —murmuró sin abrir los ojos.

—Hyung, es el cumpleaños de JiMin, —YoonGi asintió, bostezando y estirándose, gruñendo al notar el peso del otro sobre él— vamos a darle ya el regalo, venga.

Asintió dispuesto a levantarse, girando su rostro y viendo unos grandes números rojos que marcaban "09:56" en el despertador. Despacio volvió a dirigir su mirada hacia el chico sentado sobre él, que sonreía con algo de temor.

—Sé que es temprano, —dijo lentamente, acariciando las mejillas del mayor en un vago intento de apaciguar el enfado que se avecinaba— ¡por favor! Llevo dos años sin pasar cualquier celebración con la familia, me hace mucha ilusión y...

—No puedo dormir contigo encima. Apártate, Jeon —indicó YoonGi. Apreciaba sus horas de sueño como si fueran oro, y en las pequeñas vacaciones que solían tener la única regla que tenía era la de no levantarse antes de las once y media, algo que aún así le parecía demasiado temprano. JeongGuk lo sabía perfectamente, pero moría de impaciencia.

Con infinidad de besos y mimos (y alguna promesa indecente) consiguió sacar a su hyung de la cama, aunque nada le quitaría el mal humor por ser despertado y arrastrado lejos del calor y la comodidad de las colchas antes de la hora.

—JiMinnie —susurró JeongGuk, asomándose por la puerta del dormitorio del nombrado.

La habitación se encontraba en penumbra, entre las cortinas se colaba tenues rayos de luz y en la habitación sólo se escuchaba una respiración tranquila.

—¡Ves, aún duerme! —exclamó YoonGi en susurros, gruñón— Yo también podría estar durmiendo, pero te empeñas en venir a darle el regalo a las diez de la mañana, un sábado…

JeongGuk sujetó a YoonGi de la cintura en el momento en que este se giraba para irse, mirándolo con el ceño fruncido.

—Eres un gruñón aguafiestas, es su cumpleaños.

—Eres un imbécil madrugador. Su cumpleaños dura todo el día, ¿no? Pues déjame dormir al menos una hora más —golpeó repetidas veces el brazo del menor para que lo soltara, pero este solo sonrió, sin intención de dejarlo ir.

—Eres un enclenque adorable —le indicó dando un pequeño beso en su nariz, hinchada de dormir, y viendo con diversión como el mayor lo empujaba enfadado, con las mejillas completamente rojas.

—¿Hyungs...? —preguntó JiMin, sentándose al borde de la cama y refregando sus ojos con los puños. El pequeño jaleo de los mayores lo había despertado.

YoonGi empujó a JeongGuk, cruzándose de brazos. Guk entró en la habitación, tirando de la mano del mayor para que lo acompañara.

—¡Feliz cumpleaños primito! —exclamó, sonriendo mientras se sentaba a su lado y pasaba el brazo tras sus hombros, abrazándolo. Le tendió la bolsa al rubio, que miró el interior algo adormilado, sacando el regalo de envoltorio rojo.

—Felicidades enano, estás a tan solo un año de poder entrar a la cárcel —bromeó el mayor de los tres, tirando de las mangas de la gran sudadera grisácea que hacía la función de pijama y que le había robado a JeongGuk.

JiMin miró a YoonGi arrugando la nariz y este sacó su pequeña y rosada lengua de manera infantil.

—Eres un bobo, hyung —indicó JiMin sacándole un bufido al mayor, a lo que JeongGuk rió. Bajó la vista al regalo y lo abrió impaciente. Ya antes de abrirlo y gracias a la forma tenía claro que era un libro, pero igualmente le gustó la sensación de rasgar el papel y pasar los dedos por la portada. Le dio la vuelta leyendo el pequeño resumen, ciencia ficción no era su género favorito pero el libro parecía entretenido.

—Gracias hyungs, —dejó el libro en la mesilla, devolviéndole el abrazo a su primo y sonriendo mientras apoyaba la mejilla en su hombro— seguro me gusta.

—¿Cómo piensas celebrar tu día? —inquirió el pelinegro, luego de cantar el cumpleaños feliz acompañado de la algo ronca y extremadamente desafinada voz de YoonGi.

—Invité a amigos a dormir, vamos a ver películas de miedo, hablar, y esas cosas.

—¿Y... vendrá TaeHyung? —JiMin alzó una ceja por la pregunta y asintió, sin percatarse de la casi imperceptible sonrisa que se asomó en los labios de su primo ante la afirmación. El ruido de tripas rugiendo los sacó de la charla, mirando ambos a YoonGi, que sujetaba su estómago con las mejillas algo coloradas de vergüenza.

—¿Podemos ir a desayunar ya, por favor?

little & cute boy © kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora