Parte 2

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Ese día había iniciado como cualquier otro, yo me había levantado temprano para alistarme y salir a vender mientras el olor a pan recién horneado ya se escapaba de la cocina.

Para ese tiempo ya había salido a vender tantas veces que había formado una pequeña clientela y ya tenía un programa el cual consistía en salir a vender en la mañana acabando, lo más rápido posible para luego dirigirse a la casa de mi amiga, la venta ese dia avanzó de viento en popa y todo se me había vendido como pan caliente, valga la redundancia.

Por lo que al terminar rápidamente la venta me dirigí lo más veloz que mis piernas me permitían hacia la casa de mi amiga pero cuando llegué me dijeron que ella no estaba que había salido en ese momento no me pareció nada raro pero eso solo fue al principio, luego de unos días no importaba cuando fuera a visitarla siempre me decían lo mismo que ella no estaba y tal vez por eso dudas cruzaron mi mente como

¿que si yo habría dicho algo que la molestara?

Pero descarte esa idea ya que ella era una mujer sin pelos en la lengua que te decía las cosas de frente.

Luego pensé ¿que ella tal vez se había mudado? Pero esa fue otra idea que descarte ya que ella a diferencia de mi era una persona precavida la cual rara vez se le olvida o escapa algo.

Pero seamos sinceros a cuantos de nosotros nos a pasado que somos muy apegados a alguien y luego nos vamos separando y no sabemos por que mientras dudas y miedos nos asaltan sin piedad pero.

A el tiempo poco o nada le importaron mis preocupaciones y siguió avanzando sin pausas.

Hasta que un dia en el cual me tope con un familiar de mi amiga en el centro del pueblo la verdad al fin salió a la luz del

¿por que ella Nunca estaba en la casa? o

¿por que no la habia visto en todo este tiempo? Pero la verdad era cruel y no quería aceptar la, por lo que con mayor fuerza que la que nunca e utilizado corrí entre piedras, por colinas y sin descanso hasta llegar a la casa de mi amiga.

La casa que una vez estaba animada y llena de risas desprendiendo un aura de calidez, hoy estaba sola al punto de que no se podía escuchar ni el suspiro de un ratón.

Y ese silencio era el que precisamente me decía que mi amiga no regresaría a esta casa y que yo no la volvería a ver nunca.

Mi mejor amiga aquella con la cual me podia mostrar tal y como soy sin mascaras o miramientos había muerto.

Ella tenía 81 años cuando se fue sin despedirse, el mini m9rtes comió solo sobre ese corredor de cemento dos piezas de pan uno por el.

Y el otro por su amiga, mientras trataba desesperadamente deshacer el nudo enorme que sentía en la garganta, y las lágrimas brotaban sin control por mi rostro algo muy peculiar ocurrió el cielo se pintó de gris nuevamente y una lluvia más suave que una brizna calló de nuevo sobre aquel corredor igual al día en que se conocieron, era como si esa brizna la cual decían que eran "cigarras orinando" me estuviera diciendo que ella estaba bien y yo también lo estaría.

Esa tarde los "orines de cigarras" lavaron las lágrimas que cayeron sin parar de mi rostro y allí entendí algo importante no hay lágrimas que no puedan ser lavadas por los "orines de unas cigarras"

Aún hoy varios años después cuando el tiempo es idóneo y el cielo suelta sus pequeñas perlas tintineantes de agua yo practico mis bromas y a ese evento le tomo como que miles de cigarras se elevarán por lo más alto del cielo y en un acto propio de una travesura comienzan a orinar a todo aquel que pasa por debajo, trayendo alegría a veces y en otras lavando lágrimas.

Así que con estas palabras te pregunto a ti mi querido lector que se lleva un trozo de mi alma, corazón y mi vida donde crees tu que esas pequeñas, bulliciosas y bribonas cigarras ¿vayan a orinar hoy?


No se si salga la canción (si me costo)

¿Donde orinan las cigarras?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora