III

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-Pero... Noah, llevamos un día de clase, ¿cómo va a gustarte tan pronto? - pregunté.

-La conocí hace 2 meses - susurró - me mudé a esta ciudad al empezar el verano. Quería conocer gente para no pasar el verano solo - dijo jugando con sus pulgares.

-Mmm... - susurré - sinceramente... Beth no me da buena espina - dije.

-A mi tampoco - me miró - pero al salir de fiesta por primera vez en esta ciudad, la conocí y me besó. Después de eso, estuve saliendo cada sábado a ver si la volvía a ver, pero eso no pasó. Y ahora la veo aquí... - dijo rascándose la nuca - lo siento por hablar tanto y contarte mis tonterías.

-Oh, no te preocupes - lo miré a los ojos - yo solo tengo 2 amigos y... agradezco mucho que me cuentes cosas de ti, nunca había llegado a hablar con alguien que no fueran Alyssa o Tony... - dije.

-¿Y eso por qué? - me preguntó.

-Soy tímida... y no sé cómo comenzar a hablar con alguien, no sé.

-Pues conmigo hablaste incluso el primer día, aunque fuiste un poco borde pero te lo perdono - me sonrió.

-Gracias - sonreí mirando al suelo.

-Nada - suspiró.

-¿Por qué te besó Beth? - dije volviendo al tema.

-No lo sé. Estaba en la barra pidiéndome una cerveza y, de repente, se sentó a mi lado y comenzó a besarme. Fue muy extraño.

-Ya lo creo - reí - es muy bonita... - susurré pensando en su largo pelo marrón, sus ojos miel y su gran ropa de diseño. Y luego estaba yo, una rubia de ojos verdes, más blanca que un fantasma y que vestía mayoritariamente de negro.

-Lo es... - volvió a suspirar - en fin, ¿quieres ir a tomar un café de la máquina de abajo? Probé ayer uno y están bastante buenos - dijo levantándose.

-Vale - miré la hora de mi móvil - ¡oh, no! - grité y me fui corriendo.

-¡Espera, Blair! - gritó Noah pero lo ignoré.

¡Había olvidado el castigo! Y llegaba 37 minutos tarde.

Ya en la puerta de la sala 9, toqué cuidadosamente.

-Pase - susurró una voz.

Ahí se encontraba el director Blake.

-38 minutos tarde, señorita - dijo mirando su reloj.

-Señor Blake, lo siento muchísimo de veras. Me distraje y...

-No importa - me interrumpió - ahora simplemente estarás 2 horas más en esta sala. Espero que hayas traído un libro o algo para entretenerte.

Me senté en una mesa alejada de él, y saqué de mi mochila "Romeo y Julieta".

Comencé a leerlo y, conforme pasaba el tiempo, recordé lo que dijo Eleanor en "Eleanor y Park", mi libro favorito.

"Romeo y Julieta sólo son dos niños ricos que están acostumbrados a salirse con la suya. Y ahora se han encaprichado el uno del otro. No están enamorados, ni siquiera se conocen. No fue amor a primera vista. Más bien fue como: <<oh, pero mira qué mono es>>. Si Shakespeare hubiera querido hacernos creer que estaban enamorados, no nos habría informado en la primera escena de que Romeo estaba colado por Rosaline... Shakespeare se está burlando del amor".

Pensé en Beth. Seguramente se encapricharía con Noah esa noche y en cuanto tuvo lo que quiso, pasó de él.

Seguí leyendo hasta que finalmente lo acabé. Miré la hora y aún faltaba media hora para que acabase el castigo, así que comencé a sumergirme en mis pensamientos, pero una voz me sacó de ellos.

-Así que "Romeo y Julieta"... - susurró el señor Blake mientras cogía el libro - ¿enamorada? - dijo mirándome.

-¿Yo? No, qué va - dije sonriendo - simplemente me gusta leer clásicos.

-Eres joven... - dijo sentándose frente a mi - ¿ha tenido ya su primer novio, señorita Smith?

-No - reí bajando la mirada - nunca le he llegado a gustar a nadie y soy un poco tímida.

-Pues esta mañana dos muchachitos se han peleado por ti, yo no dijo nada... - ambos reímos.

-No lo creo, Noah simplemente me defendió.

-¿Sabes? Así comenzó también mi historia de amor con mi mujer. Un abusón comenzó a insultarla y me peleé con él. No sabes lo bien que sientan dar unos puñetazos a la gente que se los merece - reí.

Y ahí es cuando comenzó la laaaaaaaarga charla.

-Y ahora llevamos 8 años casados, después de ser novios 4 años atrás. Tenemos una hija preciosa de 5 años, y se llama como tú, Blair.

-¿En serio? Me encantaría verla - dije entusiasmada.

-Es esta de aquí - me dio una foto que tenía en su escritorio. En ella salía la pequeña Blair sonriendo. Tenía los ojos azules y el pelo castaño claro.

-Es preciosa - susurré.

-Lo sé - me sonrió - bueno señorita Smith, me alegra haber hablado con usted. Su castigo ha concluido.

Recogí mis cosas y me dispuse a salir.

-Adiós señor Blake.

Cerré la puerta y miré la hora. Las 14:35. Había perdido muchas clases hoy, tendría que pedirle los apuntes a Alyssa y a Tony.

Me dispuse a salir ya que no iba a entrar a clase para estar 10 minutos, ya que el timbre sonaba a las 14:45.

Comencé a caminar tranquilamente hasta que una chica me tocó el brazo.

-Hola, Blair - me sonrió.

-Ah, hola - contesté y seguí andando. Era Jenny, la chica rubia de ojos azules y piernas perfectas del grupo de "Las Palurdas".

-¿Qué pasa? ¿Por qué me ignoras? - dijo poniéndose frente a mi.

-Venga Jenny, se nota que tú, Beth y Mia sois las típicas chicas guapas que se ríen de la gente - dije rodando los ojos.

-Verás, Blair... Yo no soy así. No te niego que ellas lo sean, pero realmente me gustaría ser tu amiga.

-¿Y por qué estás con ellas? - dije mientras seguía andando.

-Porque quería encajar, y tengo que ser así junto a ellas o si no, me arruinarían y me humillarían.

-Preferiría que hicieran eso antes de formar parte de un grupo como ellas, sinceramente, pero en fin, no quiero hablar más. Adiós - dije y aceleré mi paso.

Quizás me habría pasado, pero siguiendo el consejo de películas y libros había aprendido a que hay que alejarse de las "malotas" con una actitud fría.

Era increíble que en cuestión de dos días ya hablara con más personas aparte de Alyssa y Tony, y estaba algo feliz por ello.

Finalmente, llegué a casa. Para mi sorpresa, mi hermano estaba ahí.

-¿Qué haces aquí tan pronto? - pregunté al ver como metía un palo bajo el sillón.

-¡Ah! - chilló tan agudo y fuerte que no sé como no se rompió un cristal - ¡me has asustado! - gritó señalándome.

-¿Qué haces? - pregunté al ver que volvió a coger el palo y a meterlo bajo el sillón.

-Terminé antes de trabajar y... encontré un monstruo. Está escondido aquí - dijo mientras comenzó a mover el palo.

-Vale... - susurré - sigue a lo tuyo. Haré la comida ya que supongo que no la habrás hecho - dije mientras dejaba la mochila en la silla de la sala.

Ángel - Noah CentineoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora