"Obedeceme"

Que Inice la Tortura

Hoy era sábado, cuando desperté por primera vez eran las tres de la mañana, fui a la cocina por un vaso con agua y volví a mi habitación para tratar de dormir. Desde ayer que habíamos "discutido" no nos habiamos vuelto a ver y no sabía si estaba en su mansión o no. Era tan grande que pareciera que fuese yo la única habitante de este lugar, en su hogar hay un gran silencio que me abruma.

Me he vuelto a despertar después de una pesadilla, son las seis de la mañana, cuando abrí los ojos pude verlo de pie en mi puerta, viéndome dormir pero cuando encendí la luz ya no estaba y la puerta estaba cerrada, estoy segura que era una alucinación.

Y por fin a las diez de la mañana di por terminada esta noche de sueño, escuchaba voces en la cocina así que decidí darme una ducha y ponerme la última prenda de ropa que tenia, pantalones de mezclilla desgastados, una blusa roja y mis tenis, cuando mi cabello color sangr estuvo peinado y seco salí de mi habitación hacia donde provenía el ruido de las conversaciones, pude ver a Max y a su hermana charlando.

Sentí náuseas, no estaba lista para ser presentada, no estaba lista para meterme en una conversación en la que no era bienvenida

—Buenos días señ..

Max levantó su mirada y me dio a entender que frente a su hermana no lo llamara así, como el contrato específicaba así que obedientemente lo hice. Le ofrecí una sonrisa radiante y el sonrió también, gesto que me demostró que no estaba para nada enojado

—Buenos días Ámbar, ven el desayuno está servido

Me sorprendia que fuese tan tarde y aun no hayan desayunado, no me sentía para nada importante como para ser esperada para desayunar. Me di cuenta que solo había un plato en la isla de desayuno lo que me indicó que ellos ya lo habían hecho así que sin hacerlos esperar más me senté frente al plato y comencé a desayunar mientras ellos, en especial su hermana, me veían

—Buen día Ámbar, ella es mi hermana, Katherine, ella es Ámbar.

No se porque yo deseaba que el día una explicación de lo que era, simplemente quería averiguar si se atrevía a decir que era su juguete sexual, al parecer no. El era un cobarde.

—¿Quieres darte prisa para comer? Ya hemos perdido tres horas por esperarte

La chica se vía uno o dos años menor que yo y no iba a permitir que me hablara así pero al ver a la mirada de Max, una mirada de reproches que iba dirigida a su hermana simplemente le dejé tomar el control de la situación y me dediqué a comer el desayuno de frutas con yogurt, miel y granola, que estaba en el bol frente a mi.

—Katherine, ya lo habíamos hablado, si no la respetas no habrá día de compras para ti

Casi cometo el error de reír, de burlarme de ella pero me controle y en menos de cinco minutos había terminado mi desayuno.

Y así como los tres en un silencio incomodo salimos de su mansión con dirección a su auto, un auto diferente al que tenía cuando lo conocí este era un Maybach Exelero el cual es hermoso. Max me dirigía miradas con sonrisas dulces y tranquilizantes, como diciendo "perdona a mi hermana" y yo simplemente aveces le sonreía o le guiñaba un ojo para tranquilizarlo

Cuando llegamos a un lugar con boutiques de alta gama me dieron ganas de esconderme, la hermana de Max venía con un vestido a las rodillas color rosa palo el cual aclaraba aún más su piel, unas zapatilla no tan altas color blancas y yo... Yo no combinaba con este lugar

—Katherine ve a buscar tus cosas

La chica me miró de arriba a bajo y se fue así como Max le indicó así que me quede frente a frente con él, en silencio mientras todos nos veían

—No me siento cómoda en lugares como este

Alguien debía romper el incomodo momento que nos envolvía, el incomodo silencio en el que se dedicaba a analizar mi vestimenta

—Cuando vayamos a fiestas, viajes o reuniones te sentirás más incomoda con la ropa que usas, ahora lo entiendes

Y vaya que lo entendía, ya me imaginaba a todas las mujeres de sociedad observandome como un bicho raro

—Si quieres, en casa puedes usar tu ropa normal, pero para tu comodidad y para no llamar la atención debes usar este tipo de ropa... Y volver a tu color natural de cabello

Mientras hablaba se fue acercado poco a poco a mi y cuando dijo eso último ya me tenia tomada por la cintura pegada a su cuerpo su respiración sobre mis labios

—Bien... Comencemos con esta tortura

Y sin pedirle permiso, sin preguntarle si podía, lo besé, lo besé frente a cientos de personas, cientos de mujeres que veían al adonis que era Max, al adonis que solamente yo tenía el placer de tener entre mis piernas, si el quería cambiar mi look lo debería hacer porque yo le debía obediencia, debía obedecerlo.

Bueno! Como les prometí, he vuelvo y respetando el horario que tenía antes "martes y viernes" he publicado hoy. Me releí toda la historia antes de escribir este capitulo y se que hay cosas que no concuerdan así que cuando avancemos un poco más editare los primeros capítulos
Los amo! Gracias por votar aunque la historia esté muerta desde hace años y sobre todo feliz año nuevo!
Poco a poco iré aumentando lo largo del epi.