Capítulo 1: El Resurgir del Gran Demonio

84 7 2
                                    

Luke Damian Stars se despertó como solía hacerlo cada mañana, con su madre dándole un almohadazo con esa risa alegre y esa sonrisa pícara que la caracterizaba tanto. Su pelo ondulado rojo como el fuego le caía por sobre los hombros, tapándole un ojo con un perfecto flequillo, pero dejando ver un brillo esmeralda en el otro. Luke siempre la había admirado, Abril Stars era una mujer de tez aceituna, ligeramente por debajo del promedio de estatura para sus 35 años, con una alegría por la vida que él nunca había llegado a entender, pero que transmitía con tal entusiasmo que uno acababa por seguirla sin saber a donde ni por qué.

Él era completamente distinto a ella, alto, delgado, pálido, con un pelo blanco desordenado que junto a su usual seriedad y mirada de cansancio, bien se podría decir que su alma haya vivido miles de años. El único rasgo que los ataba eran esos ojos verdes únicos, que orgullosamente compartía con ella... excepto cuando interrumpía su maravilloso sueño de esa manera.

-En serio necesitas hacer eso siempre? -Luke ya se estaba cansando de las actitudes infantiles de su madre- Puedes ser bastante irritantes cuando quieres

-Ja ja, arriba dormilón, vas a llegar tarde a tu primer día de instituto, acaso no estás emocionado?

-La verdad es que no, estaba bien durmiendo

-Oh vamos bebé, no puedes pasarte todo el día acostado, aparte piensa que Aledis y Drac te van a estar esperando, no querrás dejarlos tirados, no?

Y la verdad era que no. Aledis Nymphe y Drac Feuer eran sus mejores amigos, y Luke odiaba decepcionarlos, por lo que se irguió, echó a su madre de su habitación y comenzó a cambiarse.

Para cuando estuvo listo, su madre ya había preparado el desayuno, lo esperaba con la mochila lista. Luke agarró una de las tostadas con los dientes, agarró al vuelo su mochila y se fue corriendo para alcanzar a sus amigos.

Los encontró a la vuelta de la esquina, hablando de la mala relación entre Drac y su padre.

-Ya verás que se va a solucionar todo, tranquilo -Aledis siempre era capaz de traer vientos de calma en cualquier situación. A Luke siempre le había parecido gracioso eso, siendo una ninfa del viento. Aledis era una chica de piel blanquecina, un pelo celeste como el cielo y unos ojos grises que cambiaban con su temperamento, y al igual que el viento, lo hacía mucho. Podía transmitir la tranquilidad de una suave brizna o ser el ojo de la tormenta mas devastadora que pueda haber, siempre luchando por lo que piensa y protegiendo a sus seres queridos-

-Lo sé, Al, pero no es fácil vivir con él -Drac era completamente opuesto a su mejor amiga; era tímido, muy inseguro, nervioso, pero lo más importante, era un dragón. Los dragones eran una especie casi extinta en Vierzel, los pocos que quedaban pertenecían a la familia de Drac y su padre era el dragón más temido de todos los tiempos: Zmaj. Drac era muy presionado por su padre para que llegue a ser como él, ya que es su único heredero, pero Drac no quería saber nada de ser un temido dragón y eso le conllevaba muchas peleas con su padre.

-Tranquilo, D, solo ignóralo por ahora y ya se le va a pasar -Drac dio un pequeño salto cuando Luke habló

-¡Luke! Podrías avisar antes de llegar así de la nada, no?

-Eso suena bastante estúpido -Luke no pudo contener la risa-. Cambiando de tema, cómo pasaron sus vacaciones? Estas dos semanas sin ustedes se volvieron eternas

-Fueron increíbles -dijo Aledis- Aprendí con mi madre a invocar pequeñas tormentas de nieve, a mover cosas en el aire y a hacer pequeñas lluvias

-Increíble, porque eso es de tanta ayuda -Drac sonreía burlonamente cuando Aledis hizo un ademán y de repente él se vio bañado por una cortina de agua

-A mi me parece que funciona de maravilla

-Muy graciosa

-Chicos, disculpen la interrupción, pero alguno sabe que está pasando ahí?

Los tres miraron hacia el gran tumulto de gente que se arremolinaba en la entrada del instituto. En el podían divisarse todo tipo de criaturas que parecían enojadas por no tener acceso al recinto. Los chicos se acercaron corriendo a ver que pasaba cuando empezaron a escuchar las voces.

-Pasaron 18 años y pueden pasar 18 más y voy a seguir sin creer que haya escapado

-Y para qué vendría a un instituto? Justo hoy?

-Puede llegar a estar buscando a alguien, quizá

-No lo sé, señores yo solo cumplo ordenes, mis superiores afirmaron que Alastair escapó hace 18 años y desde entonces la única premonición que tuvieron es que podría venir aquí, el lugar está cerrado por precaución

-Esto es inconcebible, dónde se supone que estudiarán mis hijos hoy?

-Cálmese señora, es una medida temporal y las clases seguirán mañana sin inconvenientes

Los chicos llegaron a la puerta del instituto con una sonrisa en la cara cuando ya se estaban dispersando las familias, todo significaba un día extra de vacaciones que podían pasar los tres juntos. Casi saltando de alegría fueron al parque para pasar una tarde en la que puedan ponerse al día, pero antes de poder dar dos pasos sintieron un temblor enorme, y el suelo estalló bajo sus pies.


Sobre Alastair y otros demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora