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No es temor ni mezquindad, no es qué yo no quiera hablar, 
es el tiempo que se ha interpuesto, el tiempo que no quiere que podamos charlar.
Aclarar un panorama que aun para mi es confuso, incluso antes de iniciar.

Nadie se quiso esconder, nadie quiso desaparecer, pero el tiempo automáticamente se quiso perder.

Siempre hubo claridad dentro del enredo existente.
Si no sabias sospechabas.
Y si no supe sospeché.

Solo se que cuando el tiempo lo permitió, entonces fue donde aproveché.

Poemario sin nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora