I'M SATAN © |YoonMin| #2.

❝C A P Í T U L O O C H O❞

La estrella naciente, herida huyo a otro universo, más no supo que aquella estrella apagante la busco por muchos años luz hasta encontrarla. Ambas se encontraron en una época diferente, por muchos siglos la estrella apagante luchó por recuperar el amor de aquella hermosa estrella naciente.— Después de muchos intentos por fin estaban juntos, unidos por la marca celestial.

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“¡Fue suficiente, no quiero escuchar ni una palabra más sobre este tema Jeon Jungkook! ¡¿Cuántas veces tengo que repetirte que madurez de una vez por todas?! ¡Deja de vivir en un mundo de fantasías, tu abuela te ha metido tanta basura en la cabeza... LOS ALQUIMISTAS NO EXISTEN! ¡NO EXISTE LA MAGIA, DEJA DE ACTUAR COMO UN NIÑO!”

JungKook limpio las lágrimas que resbalaban por su rostro—— Te odio papá —dijo con resentimiento, el fuego frente a él seguía ardiendo, las llamas envolvían las cosas que el pelirrojo más amaba, sus libros, fotografías, experimentos fallidos, todo lo que era él, estaba ahí, quemándose. Su padre, o bueno ese tipo que decía ser su padre era un hombre de negocios al igual que su madre, pero su padre era un completo patán sin sentimientos con él. JungKook toco su labio roto, su padre lo había golpeado por oponerse a que quemara sus cosas— ¿Qué le sucede a ese tipo?. —la reja de su casa se abrió dejando la entrada libre a su pelirrosa amigo.

—JungKook... —le llamo el chico, él mencionado limpio con violencia su rostro— ¿Qué sucedió?. —pregunto Jimin.

—Papá. —respondio dolido— el llego de mal humor, y quemó todas mis cosas. —Jimin frunció el ceño, realmente el padre de su amigo era un tonto.

—Tu padre es un idiota.

—Sí, lo sé, ¿No entiendo que vio mi madre en él?. De igual manera ni siquiera es mi verdadero padre.

—La gente es ciega. —se encogió de hombros, tomo asiento al lado de su mejor amigo dandole golpecitos de ánimo— ¿Qué quemó?.

—El libro de alquimia que me regaló mi abuela, las fotografías que me regalaste de tu viaje a Transilvania... Y mis experimentos. 

—Cuanto lo siento JungKook, tengo una copia de las fotografías, te las daré. —le animo un poco.

—Gracias Chimmy. —sonrio agradecido.

—Ademas, sé que tienes una copia del libro de alquimia. Y por los experimentos no te preocupes puedes seguir intentando hasta lograrlo.

—Lo sé, es solo que esos objetos tenían un valor sentimental ¿Sabes? Son los pocos recuerdos que tengo de mi abuela.

El pelirrosa se levanto del césped extendiendo la mano para ser acogida por su amigo— Lo importante es que sabes que ella te amaba, las cosas materiales no duran para siempre. Ánimo Jeon Jungkook.

—Si lo dices tú me lo creo. —bufo recibiendo el gesto de su pelirrosa amigo— a todo eso  ¿Por qué me vienes a ver?. —una sonrisa traviesa apareció en la cara del más bajo.

—¿Alguna vez has hayanado propiedad privada?.

—No, pero está en mi lista de cosas por hacer —dijo con sarcasmo.

—¿Quieres saber cómo es la casa de Satán? —señalo a la gran casa pintada de negro que estaba al otro lado de la calle, recibió un efusivo asentimiento de su amigo confirmándole que estaba con el en esta nueva travesura— Trae tu cámara entonces.

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Ahí estaba Agust, parado frente a esos tres mientras fumaba un cigarrillo. Una sonrisa burlona colaba su pálida piel, su mano derecha era ocupada por un arco dorado con toques negros y manchas rojas, el arma de un ángel caído, manchada con sangre de inocentes y pecadores.— Así que... ¿Quieren que hablemos?.