Bruno...
No podía dejar de mirarlo y sonreír mientras dormía al lado mío, desde que comencé mi nuevo trabajo como profesor de filosofía en una escuela un poco alejada de nuestra casa teníamos poco tiempo juntos, al salir de casa por la mañana el tiempo que teníamos solo nos alcanzaba para tomar una taza de café humeante y un beso rápido para que ninguno llegara tarde a su trabajo, mientras que por la noche al llegar lo encontraba rendido en el sillón de la sala con su celular a mano y una camisa mía entre sus brazos, y aunque para algunos suene muy cursi, era la mejor escena que podía llegar a presenciar, ese sentimiento de satisfacción y calor que nace en el pecho todos los días al saber que la persona que amas te espera y siente lo mismo que tu, que te hace sentir especial y cree en ti cuando antes todos desconfiaban de ti salvo esos 4 o 5 que están para ti. Pero nunca como el que no necesitabas una conversación para sentirse en un espacio cómodo.
Gracias a Dios que este mes estaba en vacaciones de invierno esperando la navidad y año nuevo con Bruno entre mis brazos, y las piernas entrelazadas para poder pasar mas tiempo juntos y entregarnos muchas más veces que antes como terminamos de hacer hace 2 horas. La manera de entregarse al todo por todo y no guardarse ni una pizca de nada a la hora de hacer el amor o a los besos, ya sean tiernos y románticos o morbosos y calientes sin perder ese amor que nos tenemos.
Sin perder tiempo y con cautela de no despertarlo, con la mano que tenía en su espalda lo acerque más a mi y con la que tenía en su cintura le acaricie desde el cabello hasta sus pómulos bajando por su pequeña nariz, aterrizando en esos labios todavía rojos e hinchados que eran un delirio, pasando débilmente mi pulgar sobre ellos provocando una mueca y un agarre más fuerte a mi cintura y que su cabeza terminara enterrada entre el hueco de mi cuello, a lo que yo lancé una muda carcajada por lo gracioso y tierno que se veía.
Me tomé el tiempo necesario para repasar esos detalles superiores e inferiores ya conocidos y guardados en mi memoria, refrescándolos en todo momento para nunca olvidarlos. En el momento en que posaba mi vista por sus hombros, de reojo en la mesita de luz veo que el reloj marca las 7:35 am., ya que al estar oscuro afuera por el invierno pasó desapercibido para mí, pero no para bruno, ya que estaba acostumbrado a levantarse temprano, ya que a mi me costaba un poquito mas despertarme.
-Buenos Días- me dijo mientras se abrasaba más a mi quedando casi pegados, cosa que no me molestaba.
-Buenos Días amor- Al parecer dije algo raro ya que se me quedó mirando un poco extrañado.
-Pol..
-¿Qué pasa?
-¿Te sientes bien?¿Dormiste mal?
-No... ¿por?
- Es que tienes la mirada cansada...
No se como lo hace, pero cada palabra que sale de su garganta y llega a mis oídos con esa voz suave y un poco ronca, pero sin dejar de tener esa dulzura característica de el, tiene un efecto en mi que no puedo describirlo en palabras.
-La culpa la tiene cierta persona por hacer que me enamore de el cada día más y hacer que piense las mejores y las peores cosas.-dije para posteriormente colocarme en el espacio que sus piernas me brindaban y nunca me cansaría de aceptar su invitación.
-Y cuales serían esas cosas si se puede saber?- mientras el posaba sus brazos enlazados en mi nuca yo lo miraba con una sonrisa con muchos sentimientos escondidos en ella.
-En lo suave y largo que es tu cabello que me provoca querer acariciarlo y tirarlo mientras que beso y marco tu cuello blanco y tus labios que me regalan los besos mas dulces y me encadenan a los mas fogosos y calientes, en tus ojos que tienen un brillo especial cuando los veo y me hacen querer sacarte una foto cuando los cierras por el placer que sientes cada vez que paso mi mano por tu delicada y estrecha espalda pasando por tus torneadas piernas que se conectan a ese paraíso que cargas y que quiero descubrir muchas cosas más junto a ti y que me enseñes y repasemos juntos momentos para que no queden en el olvido.-yo de romántico y el llorando, una escena un poco cómica.
-Pol...-Sin previo aviso juntó nuestras bocas en un beso que no me llevó mucho tiempo seguir aumentar el ritmo. Bendito sea el momento en que adentré mi lengua en su cavidad para poder saborear una vez más ese sabor exquisito que solo el poseía y hacía de un beso lento a uno pasional y hambriento. Desgraciadamente tuvimos que separarnos por el bien de nuestros pulmones.
Al quedar nuestras frentes juntas mientras que respirábamos el mismo aire, pude notar ese brillo en sus ojos, esos de los cuales no quieres dejar de mirar porque te atrae la intensidad y la necesidad mezclado con pasión que escondían esos orbes color chocolate, esos que eran tan abiertos a mi que con solo mirarlos ya sabia la respuesta sin que saliera una sola palabra de sus labios color rojo natural y sabor a fresa que me llevaban al punto mas lejano con tan solo un simple pero delicioso beso.
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"Bruno..."- Brunol one-shot
RomanceTe agradezco por que gracias a ti pude y puedo ser feliz...Te amo. **************************************** Esta es...