galaxy; hwang hyunjin

008

Eran las diez de la noche y Sunhee estaba esperando a Eunbi y a Wonyoung para ir a la fiesta. Mientras esperaba, pudo tocar un poco de la canción que compuso unos días antes, aunque afirmaba que necesitaba arreglos.

Cuando miró a su reloj, se dio cuenta que no se enteró que las chicas ya habían llegado a su hogar. Bajó las escaleras y se encontró a sus dos mejores amigas en la sala de estar.

—Aleluya! —exclamó Eunbi al verla. —Pensamos que habías muerto.

—Lo siento, me distraje con... —no pudo terminar la frase ya que sus amigas la interrumpieron.

—Mi miserable nueva canción —dijeron al unísono.

—Sabes? —continuó Wonyoung. —Tienes que ser atrevida con tus canciones, en serio son muy buenas.

—Algún día, tal vez nunca. —Eunbi rodó los ojos al escuchar la respuesta de Sunhee.

Luego de conversar un rato, se dirigieron a la fiesta de Lee Minho.

Cuando llegó, sintió una necesidad abrupta de ver a Hwang Hyunjin. La chica estaba enamorada de él desde que lo vió en el coro de la escuela. Y si era sincera, no había ni una cosa en especial que le gustase de él, sino que le gustaba todo de él.

—Hey! —dijo Jeongin, acercándose al grupo de las tres chicas, dándole un beso rápido a su pareja, Wonyoung. —Quieren venir con mis amigos? Estamos jugando al Ping Pong afuera. Eunbi, está Chan ahí para tu información.

—Voy. —respondió emocionada la morocha.

—Yo paso. —Sunhee respondió a la propuesta de Jeongin. —Pero ustedes vayan, disfruten, sean jóvenes. —los tres restantes la miraron preocupados, aunque no lo demostraron, ya que la dejaron para juntarse con los amigos de Jeongin.

Ahora, Sunhee se encontraba sola, por lo tanto, pudo tomarse un tiempo pensando qué iba a tomar dentro de todas las opciones para elegir. Cuando se terminó de servir su vaso de Campari y jugo, se dirigió hacia la pista de baile, sin antes chocar con un chico, haciendo que su teléfono cayese y rompiese su pantalla.

—Mierda! —exclamó mirando la pantalla rota. —Mi madre me matará.

—Lo siento, te encuentras bien? —Sunhee pudo reconocer esa voz al segundo, Hwang Hyunjin se encontraba en frente suyo, queriendo ayudar en el lío que había creado.

—Si, no te preocupes. —Respondió la menor, caminando lejos de donde se encontraba Hyunjin.

Sin duda su madre la iba a matar.