¿Cómo besar? [Izuocha]

—No funciona—Arrugó el papel y lo lanzó al cesto de la basura.

Kyoka Jiro no tenía inspiración. Ya no. Se le escapaba como... ¡Ya ni siquiera lograba hacer comparaciones!

Tiró su MP3 a la pared y lo vio partirse en dos. Suspiró y se acostó en su pupitre. Aquella acción había requerido mucho esfuerzo y ahora estaba cansada.

—Eso no ha estado bien, Jiro-san—Aquella voz autoritaria le da palmitas en la cabeza.

Levantó la cabeza, somnolienta, y posó sus ojos grises en el semblante fruncido de su amiga, Momo Yaoyorozu.

—Sí—Enterró su cabeza otra vez entre sus brazos.

—No ha sonado como una disculpa sincera—Se acercó hacia ellas Iida—. Dañar la propiedad de la clase es una falta grave a las normas de Yueii.

—Fue solo la pared—Se defendió la joven. Se fijó en los restos del aparato y, simplemente, desvió la mirada. Quizás conseguiría otro.

—Grietas—El presidente de la clase señaló hacia la pared con aire crítico—. Irá a tu expediente—Anotó con rapidez en un papel.

Jiro solo rodó los ojos. No le importaba.

—En todo caso, ¿por qué te encuentras así?—Colocó una mano en el hombro de su amiga.

—No puedo escribir una canción, Momo-chan—Bostezó— y tampoco he podido dormir bien.

—¿Qué clase de canción deseas escribir?—Se acomodó los anteojos Iida.

La chica lo miró con fastidio. Sin embargo, él no tenía la culpa de que se sintiera tan frustrada.

—De amor—Ocultó su rostro. Le costaba hablar de ese tema, más escribir canciones sobre ello.

—¿Inspirada por tus sentimientos por Kaminari-kun?—Alzó una ceja Momo.

La idea le molestaba. Solo eran amigos. Además, no lo soportaba aunque no lo rechazaría si le pidiera salir.

—Quiero expresar los sentimientos de una joven pareja enamorada a través de esta canción—Se levantó y recogió el papel que había tirado al cesto—. Nada ha funcionado. Una semana completa tratando de escribir, sin resultado alguno. Creí que ahora, que estamos en el descanso, podría escribirla pero...—Se llevó las manos a la sien— ¡Sigo atascada!—Gritó.

—Quizás solo necesites un buen modelo—Pensó Momo.

—Algunos músicos se guían por la experiencia —Recordó haber leído Iida.

—Si solo tuviera una pareja para inspirarme—Suspiró Jiro.

Los tres se quedaron en silencio. Repentinamente, una idea cruzó la mente de Momo.

—Eso puede arreglarse—Dirigió la vista a los pocos compañeros de clase que seguían en el salón.

Todoroki comía su almuerzo, Bakugo jugaba a explotar un anotador, Tsuyu hablaba con Ochaco y Midoriya escribía en una libreta.

—¡Todos los que deseen ayudar a Jiro alcen una mano!—Ordenó Iida a todo pulmón.

Sus compañeros levantaron sus manos, incluso Bakugo.

—Perfecto—Se alegró Momo—. Ahora solo necesitamos que dos personas finjan ser pareja.

Tsuyu miró a Uraraka y Todoroki y Bakugo a Deku. Sus ideas se conectaron al instante.

—Debo irme, Ochaco-chan—Le dijo a su amiga—. Yo... ¡Kero!—Trataba de pensar en una excusa—. Debo ir al tocador—Tomó su bolso y salió del salón.

Bakugo saltó por la ventana y Todoroki se disculpó con Jiro para luego salir del salón.

Solo quedaban Midoriya y Uraraka.

—¡Serán perfectos!—Jiro tomó la mano de Uraraka e hizo que se sentara junto al de ojos verdes.

Los dos estaban incómodos. Aquella situación era extraña.

—Tomen—Les alcanzó una caja de almuerzo Yaoyorozu.

Izuku la abrió con extrañeza. Se sorprendió al encontrar varios mochis de fresa dentro.

—Ahora tendrás que darle de comer a Uraraka—Le comunicó Jiro con una sonrisa.

Uraraka palideció y Deku enrojeció hasta la raíz.

—Vamos. ¿Acaso no quieren ayudar a nuestra pobre compañera con su problema?—Juntó sus manos Momo. Jiro fingió llorar.

Iida se mantenía alejado del par. Decidió irse a otra parte. Presentía que no terminaría bien.

—D-De acuerdo, Momo-san—Tartamudeó el de pecas. Acercó su mano temblorosa a uno de los mochis.

—Espera—Lo detuvo Jiro—. Te lavaste las manos ¿cierto?

Midoriya asintió, incómodo.

Acercó el mochi frente a Ochaco y ella lo mordió con un leve sonrojo en sus mejillas.

Jiro anotaba en su cuaderno y Momo apreciaba la escena.

—Ahora tómense de las manos—Les indicó luego.

Los dos obedecieron.

—Y ahora...—Hizo una pausa Momo—. Bésense—Expresó con naturalidad.

Ninguno de los dos esperaba eso. No querían o tal vez sí.

—Yo... No... Podría...—Desvió la mirada la castaña.

—Vamos es solo un beso, Ochaco-chan—La animó Momo.

—Chicas, por favor—Quería detenerlas Midoriya pero su voz era tan débil.

—Es absurdo—Dejó el anotador en la mesa. Jiro hizo que Midoriya se parara, luego le indicó a Uraraka que se ubicara frente a él —Tienes que poner tus manos en su cintura y Ochaco-chan en tus hombros—Los guiaba —. Luego, se miran a los ojos y se besan. Muy fácil. Hasta un idiota podría hacerlo.

Ninguno de los dos dijo palabra alguna.

Izuku se sorprendió cuando Ochaco cerró los ojos y se acercaba lentamente a su rostro. Sentía su corazón latir con prisa y su rostro no podía estar más rojo. Creyó sentir que sus manos temblaban.

La castaña depositó un dulce beso en su mejilla ante las cara de decepción de Momo y la mirada aburrida de Jirou.

—Castigadas—Dijo Aizawa al ingresar al salón—. Arrojar a Bakugo, siendo un compañero de clase, por la ventana es un castigo.

—Pero nosotras no...

—Él saltó por cuenta propia—Se defendió Jiro.

—Eso no fue lo que dijo Todoroki—Se cruzó de brazos su profesor.

El chico preocupado por sus amigos le había mentido a su profesor para que fuera de inmediato al salón. Si le decía cualquier otra excusa, Aizawa, no se preocuparía.

Ambas se vieron entre sí. Se vengarían de él más tarde.

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Cuando su castigo terminó se asombraron de escuchar que Midoriya Izuku y Uraraka Ochaco habían comenzado a salir luego de que ella se le confesara.

—De todos modos ya tengo mi canción lista—Se alegró Jiro—. Será para ellos.